Prueba Cósmica Mercedes C 180 K

Lo anunciamos la semana pasada y lo estabais esperando ansiosos: Una prueba cósmica de un coche poco común en nuestras páginas hasta ahora. Normalmente probamos Subarus, Nissan, BMW, y otros coches menores. Pero con la ocasión de probar un auténtico deportivo alemán donde los haya. El Mercedes C 180 Kompressor (Familiar) de 156 cv.

Hasta ahora hemos probado coches más o menos racing, con cierto toque deportivo, y siempre con unos cuantos años encima. Se nos llena la boca con nombres como Caterham, Nissan GTR, Subaru Impreza, Honda NSX... y son coches que están bien, pero cuando se nos ha presentado la ocasión de probar algo como lo que os traemos hoy, todo lo anterior pierde su valor, y empezamos a hablar de palabras mayores: El Mercedes C 180 Kompressor. Pepinaco donde los haya.

Según nos acercamos se nos pone la piel de gallina: No es un Mercedes normal, este C 180 K tiene una planta espectacularmente deportiva, sin duda gracias a su acabado Avantgarde, que llena el coche de detalles que hace que los demás conductores tiemblen al verte reflejado en sus retrovisores. Es una bestia. 

Y en su interior se mantiene esa sensación: Deportividad a raudales. Inserciones en aluminio cepillado, volante de cuero de 680 mm, y como guinda del pastel, caja de cambios manual de 6 velocidades (cosa que el Integra Type-R, Caterham Super 7 o el Impreza GT que probamos no tienen, cuidado) ¿Qué mas se puede pedir a un coche para que sacie tus ansias de prestaciones? Exacto, un motor potente. Este Mercedes tiene un motor de 4 cilindros con nada menos que 1.800 cc, y por si su cilindrada no resulta ya impresionante por sí sola, viene adornado con un Compresor. El resultado son 156 cv. de pura garra, que catapultan los 34.566 Kg de este Clase C hasta unas prestaciones de infarto.

Pero sigamos por el interior, amigos, porque esto es un "no parar" de ver detalles impresionantes. Lo primero que nos llama la atención es la velocidad con la que los 4 elevalunas eléctricos (el Nissan GTR sólo tiene 2) suben y bajan los cristales. Es más, lo comparamos con los elevalunas de nuestro Clio Sport y palidecen al lado de los cristales alemanes de este Mercedes. No digamos ya con los del Peugeot 106 Rallye, que son manuales...

(El cuero con el que se forjan las leyendas)

Otro detalle de interés es el cuero del interior.  En otros coches el cuero proviene de vacas vulgares, sin casta ninguna. En este Mercedes notas que el cuero es especial, como que proviene de algún animal carísimo y en vías de extinción: Efectivamente, se trata de piel de vaca guineana viuda, la especie con el cutis más fino del planeta, y que ha servido para vestir a estrellas como Beyoncé, o para tapizar el barco de Onasis. Una búsqueda rápida en Ebay nos deja perplejos: El metro cuadrado de cuero de vaca guineana viuda supera los 1.000 euros. En cambio el Nissan S14 de Sr.Coco está tapizado con cuero de vaca de Kobe, cosa que dentro de la exclusividad no alcanza el refinamiento del Mercedes que nos ocupa; y ya si hablamos del tapizado de nuestro viejo Seat 1430 Sport, con piel de vacas criadas en Colmenar Viejo, no hay punto de comparación (vamos, ni de lejos).

(Creo que en esta foto se aprecia la diferencia entre una vaca común y una vaca guineana viuda)

¿Cómo es su conducción? Un festival de sensaciones sin igual. Su motor lo da todo desde el ralentí hasta el corte, con un rugido que no puedes escuchar dentro del habitáculo por sus 345 Kg de aislante acústico. Los ingenieros de BMW encontraron el mismo problema en su nuevo M5, y la solución fue grabar el sonido del motor para luego reproducirlo por los altavoces. En Mercedes, que tienen las cosas más claras, han preferido que el equipo de música (de 9 altavoces, oiga) reproduzca piezas de Wagner a un volumen creciente a medida que suben las revoluciones, haciendo que la experiencia sea inolvidable, e incluso te entren ganas de invadir Polonia.

(Puesto de conducción de carreras)

Pero tanto despliegue mecánico no tendría ningún sentido si no supiéramos a dónde ir. Y aquí es donde entra en escena el navegador Command APS con Linguatronic. Un botón en el volante (con un dibujo de un señor que habla, detalle de buen gusto) nos permite decirle al coche lo que queremos que haga y nos indique a dónde queremos ir. Hemos probado a cantarle todo tipo de localidades impronunciables, y no hay manera de hacer que se equivoque: Calp, Derroñadas, Guarromán, Navalperal de Pinares, El Oso... Todos los reconoce a la primera. Nos parece un navegador demasiado "españolizado" para un coche alemán, así que nos disponemos a repetir la prueba con un turista alemán de los miles que frecuentan nuestra costa levantina: "¿Colmenar de Oreja por favor?" - "No entiendo". Un fraude. (el resto de la conversación fue un drama en sí misma)

Pero claro, la cosa no termina aquí. No, no, amigos quemadores de gasolina, hay mucho más. Porque cuando desconectas el ESP y das rienda suelta a sus poderosos 156 caballos, las reacciones son... ¡las mismas! Exacto. No sabemos si es la puesta a punto del chasis o nuestras impresionantes dotes de conducción (impresionantes, repito), pero el coche entra y sale de las curvas exactamente igual con el control de tracción puesto que quitado. Otros coches que hemos probado no consiguen ese punto sublime de equilibrio, y sin ir más lejos, el Caterham Super 7 que probamos hace años, que no tenía ayudas de ningún tipo, iba más tiempo de lado que derecho. Otro punto a favor del Mercedes C 180 que lo hace inigualable como deportivo de alto nivel (aunque la velocidad de sus elevalunas ya nos ha parecido suficiente en este aspecto, cuidado).

(Imponente)

Y es que si queremos algo espectacular, este coche no deja indiferente a nadie: Ya hemos hablado de que su kit Avantgarde marca una nota deportiva que hace girar todas las cabezas, y que su cambio manual de 6 velocidades no permite nada que no sea apurar su apretada mecánica, pero es que por si fuera poco, tiene la invención definitiva para todo amante de la conducción espirituosa: Un sistema de arranque en caída que sujeta los frenos unos segundos cuando arrancas en pendiente, para evitar que se te caiga el coche mientras metes primera y aceleras. Nos ha dejado a los dos con el culo torcido, vamos, no damos crédito. Hasta ahora ningún coche que hayamos probado hacía eso, y desde ahora ya no queremos nada más en nuestra vida que el placer de arrancar cuesta arriba como un auténtico profesional del volante (ya quisieran muchos taxistas hacerlo igual de bien).

(¿6 velocidades? Sí, ni una más ni una menos. 6. Esto es algo serio.)

Porque si hablamos de frenos, el Mercedes vuelve a dejar atrás a todo lo que quieras comparar: Sus pinzas delanteras de 1 pistón detienen los 34.566 Kg en un santiamén, y por supuesto resisten el calentamiento como nunca antes hayas visto. Y aquí viene la frase que llevo años deseando publicar: "Lleva unos frenos que ya los quisieran para sí muchos deportivos de campanillas". Lo he dicho, ya soy feliz.

Seguimos nuestro camino por la costa levantina, afrontando curva tras curva con la agilidad de un atleta en forma, dejamos atrás a todos los ilusos que nos quieren seguir con coches de tercera, como Clio Sport, Subaru Impreza, Mitsu Evo, BMW M3, y hasta un Ariel Atom que quiso seguirnos pero no pudo aguantar el ritmo implacable del Mercedes C180 Kompressor. Y es que este coche juega en otra liga: La liga de campeones (como yo).

(Este ángulo de giro es lo que le ha ganado la fama de leyenda del Drift de que goza hoy)

Llegamos al final de nuestra prueba, y lo hacemos mucho antes de lo esperado, porque no esperábamos que pudiera correr tanto. Casi llegamos antes de haber salido. Es más, ya hemos llegado y todavía no hemos salido. Salimos mañana, pero llegamos ayer. Tal cual. Y tras haber probado este misil con ruedas para toda la familia, nada vuelve a ser lo mismo: El Subaru Impreza GT no es comparable porque tiene menos maletero (siendo familiares los dos, ojito), el Nissan GTR sin su control de tracción se desmadra más que el Mercedes, el Clio Sport sube las ventanillas más despacio, y del Caterham no hablamos porque ni siquiera tiene ventanillas (ni puertas, y el Mercedes tiene 5... imagínate). El Sr.Coco ya no quiere tener ningún Nissan S14 más, porque no tiene navegador, y sobre todo, no arranca en pendiente como lo hace el Merche, sujetando los frenos para que no caiga. Y yo lo entiendo perfectamente.

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¿Os ha gustado la prueba? Pues lo siento pero no vamos a realizar ninguna más de este pelo. No obstante en la prensa escrita especializada puedes encontrar artículos de esta guisa todas las semanas, épicos, emotivos, y llenos de objetividad (aunque ojo, hay excepciones notables). Sin duda eso debe vender una barbaridad y atraer anunciantes. Nosotros, que somos menos ambiciosos, preferimos seguir recluidos en nuestro nicho de coches viejos, pasados de moda, poco o nada eficientes, que consumen a raudales, dan problemas, son duros de conducir, incómodos, y que incluso parecen querer matar a su conductor antes que llevarle del punto A al punto B. Y si hace falta lo haremos gratis, como hasta ahora. El que quiera entender que entienda.

PD: Lógicamente todo era broma. El Mercedes C180 Kompressor que hemos probado es de mi padre, que me lo deja siempre que lo necesito, y es una maravilla de coche. Es un familiar cómodo, fiable, seguro, y que hasta resulta rápido si lo sabes llevar y quieres ir ligero (no es broma). Agradezco a mi padre la paciencia que tiene conmigo, con mis amigos, y con FuelWasters, por dejarme el coche siempre que lo necesito, y dejar que su magnífico Clase C haya sido el objeto de nuestras burlas. Vuelvo a decirlo: Es un coche cojonudo para lo que está: Viajar cómodamente y no preocuparte por nada desde que te subes hasta que te bajas.