Prueba Ford Focus RS

¿Es posible un coche de tracción delantera con más de 300 cv? ¿Sirve para algo? Aunque parezca mentira, la respuesta a las dos preguntas es "Sí". Y no cabe más encabezado en esta entrada, porque aquí todo va a girar en torno a esta idea. Con todos ustedes, el Ford Focus RS.

Los puristas suelen decir que algunos fabricantes como Saab alcanzaron la potencia máxima que podía tener un coche de tracción delantera, y que si superabas los 200 cv en el eje anterior se perdía eficacia y la potencia empezaba a ser contraproducente. Tiene su lógica, ¿no? La gracia de los coches de propulsión es que el "trabajo" se reparte entre ambos ejes, uno tracciona y el otro guía la dirección soportando el peso del motor. En cambio un tracción delantera debe hacer todo eso a la vez, únicamente con las ruedas delanteras, se suele provocar un tremendo subviraje a la salida de las curvas, y el coche pierde toda la gracia. ¿A que sí?

Pues si te subes al Ford Focus RS, con sus 305 cv de potencia, y sus más de 40 Kgm de par, todo ello en las ruedas delanteras, con la idea del párrafo anterior en mente, te vas a llevar un buen bofetón en la cara al ver cómo se comporta en cada curva, en cada giro y en cada cambio de apoyo. El coche funciona, mucho y muy bien...

Dicho esto, y dejando las cosas claras, vamos a empezar por donde nos corresponde. Porque nada más ver el Focus RS su planta impone más de lo que parece. Es ancho, grande, y todo en su estética es dramático, desmedido y deliberadamente embrutecido. Su difusor en negro brillante para que brille bien y se vea con claridad, sus enormes y llamativos escapes, sus pasos de rueda sobredimensionados, sus llantas de 19", y sus múltiples aberturas para ventilar el motor, los frenos, y todo lo ventilable.

En el interior más de lo mismo: Asientos Recaro de los buenos y bonitos (que no baratos), relojes de todo tipo, y piezas de aluminio por todas partes. Si todavía no te has enterado de que el aparato va en serio, porque eres más ciego que un gato de escayola, sólo tienes que girar la llave...

Y cuando lo haces, su motor de 5 cilindros en línea entra en escena, con un sonido que despierta bronco al principio pero que al ralentí es bastante discreto. Con el tiempo y a medida que va calentando, el motor va cambiando su sonido, y se vuelve más violento y agresivo. El Focus RS de Edu va descatalizado, y si bien ayuda a radicalizar su sonido, no llega a distanciarse mucho del bramido del RS de serie (que ya de por sí es impresionante). En cambio ese tramo de escape recto le aporta algunas explosiones y petardazos de lo más borrico, y para terminar de redondear la experiencia de los sentidos (ya hemos hablado de vista y oído) al bajar del coche notas que desprende un curioso "olor a rallye". No es broma, no lo habías pensado, pero cuando lo hueles inmediatamente te recuerda a un rallye de asfalto, con su mezcla de gasolina mal quemada, goma bien quemada, y embrague/frenos achicharrados. La atmósfera que se crea entonces es bastante de "vamos a hacer el oso un buen rato!"

(Son una maravilla estos Recaros... No es de extrañar que los monten cada día más coches gordos.)

Por terminar con su interior, diremos que es más civilizado de lo que cabe esperar: Al final es un Ford Focus, con su espacioso interior, su maletero lleno de espacio para llevar ruedas y herramientas (¿Quién coño quiere llevar palos de golf en un Focus RS...?). Su posición de conducción está en el límite entre un coche deportivo y un compacto "común", con un puesto más o menos alto, y un embrague sorprendentemente blando y fácil de manejar, pero sin ser suficientemente burgués como para echar a perder el conjunto que tan bien pintaba. Al final todos los relojes que lleva, cuando la cosa se pone seria, no vas a saber ni que existen (vas a ir por curvas a 160 kmh mirando el reloj de presión del turbo...).

Vamos a ponernos serios, y vamos a irnos a un tramo de montaña (en realidad han sido dos). Sin duda hay una cosa que impresiona en el Focus RS por encima de todo lo demás: El motor. Cuando pisas a fondo, ya desde bien abajo empieza a empujar con mucha violencia, con un retardo muy leve (tiene más de 2.500 cc para llenar de gasolina), y que estira hasta bien arriba. Su sonido empieza a ser como una especie de tormenta de tropical repentina, y entre el bufido de la admisión, el crujido de los escapes, el silbido del turbo y los petardazos de cada cambio de marcha, te emborrachas de poder. Si bajas la ventanilla puedes observar que su sonido es más bonito por fuera, y te explicas mejor la cara de horror de muchos peatones que te oyen venir calle abajo.

(El Sr.Pera le va cogiendo el aire al asunto)

Las primeras curvas las tomas con algo de tiento, y al instante notas cómo el diferencial autoblocante va actuando sobre las ruedas, con leves insinuaciones sobre el volante. Al parecer Ford ha trabajado muy duro sobre un eje delantero realmente complicado para mitigar el efecto del autoblocante sobre la dirección, pero aún así puedes sentir que está ahí abriendo y cerrando en todo momento. Y con esta sensación en las manos, parece que la carretera se retuerce, ganas confianza, y la banda sonora te anima a aligerar el ritmo...

La entrada en la curva es realmente segura, el eje delantero entra con precisión, las ruedas de 235 y la suspensión asientan con franqueza y puedes pasar por las curvas a velocidades que pueden parecer absurdas. Al abrir gas para salir, es cierto que debes retrasar un poco el momento si no quieres que el control de tracción se accione sobre el motor (emitiendo una especie de "queja" por el escape en forma de ronco carraspeo que, todo sea dicho, mola bastante). En cuanto le coges los tiempos al Focus, y sabes cuándo empezar a pisar cada pedal y cuándo dejar de pisarlo, la cosa se pone peligrosa, el ritmo sube bastante, te tiras a la curvas con violencia y sales de ellas con mucha rapidez. Porque hamijos, si hay una cosa que sabes que el Focus va hacer con total seguridad, es salir disparado con furia cuando pises el acelerador, así que más vale tener las ideas claras, y la dirección bien enfilada para fijar tu objetivo y no salir disparado contra cualquier otra cosa que no sea el asfalto.

(Rotonda de colorines recién asfaltada, para hacer tu vida un poco más feliz. El olivo que han plantado en medio no creemos que vaya a durar mucho.)

Hemos ido alternando varios recorridos conduciendo Sr.Coco, Sr.Pera, y el propio Edu (orgulloso propietario del Focus, y piloto desde su más tierna infancia), y no hemos sido capaces de ir ni la mitad de rápido que él. Ya hemos subido el tramo, damos la vuelta y comenzamos a descender. Y aquí viene lo gracioso del asunto... ¿Los frenos cuesta abajo? No, queridos compinches, no, lo que llama la atención es encontrarse con unas nítidas marcas de ruedas en la práctica totalidad del trazado, que has ido haciendo durante la subida. No me refiero a marcas aquí y allí. No. Me refiero a una trayectoria nítida que no se interrumpe durante varias curvas seguidas, y que podría llevar a Pulgarcito hasta su casa (no tiene pérdida oiga). No tienes la sensación de ir derrapando (de hecho no lo haces), pero la lucha de las ruedas por sujetarse es tan grande, que dejas ese surco a tu paso a poco que vayas realmente incendiado.

Sí, el coche frena bien, hombre, no tiene los frenos de los Renault Sport o los Evo/Impreza, pero se defienden bien. Es uno de los puntos a mejorar del coche, es relativamente pesado (1.468 Kg), y aunque muerden bien y resisten con decencia, es justo admitir que el coche está hecho para rodar más a cuchillo de lo que los frenos son capaces de digerir. Aún así, no vas a tener sobresaltos en ese sentido, siempre que andes con cabeza. El pedal tiene el típico tacto de los frenos modernos, como los del Clio RS y otros muchos: Bastante asistencia, y mucha mordiente al principio del recorrido. Ya sabéis que a nosotros nos gustan más al revés, por el tacto que ganas al pisar a fondo, pero en fin, es el Siglo XXI, y nadie se atreve a vender un coche de 300 cv en que al pisar el freno, la primera mitad del recorrido parece no responder, porque a más de uno lo matas de un infarto.

(Sí, parecía que se estaba acabando el mundo y teníamos que salir corriendo.)

Así que en definitiva, sin desviarnos de la cuestión principal, vamos a lo que queréis saber:

¿El coche corre? Corre no, se lo lleva el viento. Nos consta que le aguanta el ritmo a un 350Z (301 cv) sin despeinarse, y a partir de cierta velocidad incluso le va dejando atrás (el turbo soplando a más de 0'8 bares ayuda bastante). Haz cuentas.

¿Es eficaz en curvas? Lo suficiente para darte un susto gordo. Es cierto que es un coche que para rodar a fondo exige ir fino por la línea, ir trazando un poco en plan "manual de conducción deportiva", y saber que llevas 305 cv en las ruedas delanteras. Si desonectas el ESP te sales de la rotonda, y no hay más. Si tienes manos, y le coges el ritmo al Focus, puedes ir mucho más rápido de lo que dice la gente, y sacar los colores a mucho coche de renombre en esas carreteras. No es broma.

Y ahora la pregunta del millón: ¿En comparación con un 4x4 tipo Lancer Evolution o Impreza STI, el Focus da la talla? Sí pero no. En determinados tramos te va a dar igual el uso de la tracción integral, y el motor descomunal del Focus (que no pierde apenas potencia por las transmisiones porque lleva dos diferenciales menos) da el do de pecho. En cambio al final un Evo es un Evo y un Impreza es un Impreza (me van a dar el Premio Nobel por esa afirmación), y con eso quiero decir que un coche de estos, con tracción integral, lo puedes potenciar a gusto sin miedo a matarte demasiado pronto, y en cambio ponerle 420 cv a un Focus RS con tracción delantera, es una decisión más arriesgada.

En conclusión: Es un coche rápido, muy potente y en el que Ford ha trabajo MUY duro para que a pesar de su tracción delantera el coche se mueva con mucha agilidad en los tramos de curvas. Evidentemente si haces el burro el subviraje va a aparecer (la física y esas cosas), pero si tienes manos, y sabes conducir este coche, hemos comprobado que resulta muy rápido y puede absorber la potencia gracias a todos los componentes que lleva incorporados (desde las enormes ruedas de 235 en llanta 19 hasta el diferencial autoblocante y el control de tracción). Al menos a nosotros nos ha sorprendido bastante en este aspecto. Sobre si es mejor o peor que otros coches similares, creo que en FuelWasters todos sabemos un poco de qué va la película, lo que son rumores y lo que no, y lo que puede hacer un coche y lo que no. Ahora la decisión final es de cada uno.