Prueba Porsche 911 Carrera 4S (996)

Llevábamos mucho tiempo sin publicar acerca de un coche alemán, y qué mejor manera de hacerlo que con un Porsche. Tracción integral, turbo look, frenos gordos, suspensión deportiva, más de 300 cv... ¿Qué puede fallar en la ecuación?

Pues lo que falla en la ecuación ya lo vamos anticipando bien al principio: El cambio Tiptronic.

Somos conscientes de que esta prueba va a dar mucho de qué hablar, y tanto los seguidores como los detractores del 911 se van a sentir incómodos con muchas de las cosas que vamos a soltar, pero como solemos decir siempre, la vida es dura, no siempre llueve a gusto de todos, y nuestra opinión personal sobre el aparato en cuestión es la que es, ni más ni menos... Y tampoco hay que darle más valor que eso: El de una opinión de dos aficionados que podemos estar más o menos equivocados.

Vamos a intentar ser lo más realistas posibles, siendo conscientes de que es un Porsche con lo bueno y lo malo que implica, que es un coche de 25.000 euros con 10 años encima, que tiene algo más de 300 cv, un chasis deportivo, una disposición mecánica peculiar que a algunos gusta y a otros disgusta, y que en nuestro caso particular lleva un cambio secuencial Tiptronic. Y ni nos vamos a dejar llevar por la fiebre japo, ni nos vamos a contagiar con la magia porschista. Palabra de honor.

El Porsche 996 C4S nos espera en el garaje, y a priori cuando te das una vuelta alrededor del coche, llama la atención que el coche resulta relativamente pequeño para lo que son hoy en día los deportivos de ciertas prestaciones, como era en su día este Porsche 911. En su día se le criticó por ser más grande y pesado que sus predecesores (entre otras cosas), y hoy en cambio con el 991 en la calle, el 996 parece hasta pequeño... Sus formas llenas de curvas pero de líneas limpias nos encantan, y aunque el Turbo Look pueda parecer que quieras hacer pasar tu 911 por un turbo sin serlo, lo cierto es que el coche tiene una planta mucho más imponente que otros 996 normales.

En su interior la sensación es parecida: Las dimensiones son contenidas, pero suficientes para habitar sin morir cocido, apretado, angustiado ni nada parecido. Llama la atención que (al menos nuestra unidad) tiene cuero hasta en los rebordes de los altavoces. El interior está bien cuidado en sus ajustes, y los materiales son bastante aceptables para un coche de 2002. Además en marcha el coche no hace apenas grillos ni vibraciones, a pesar de la multitud de molduras y embellecedores que lleva, y de la dureza de su suspensión de serie (sobre la que luego hablaremos).

Tras un intento fallido de meter la llave donde no es (y con la mano derecha), volvemos a intentarlo, esta vez a la izquierda del volante, y el motor despierta con el típico rugido de Porsche, bronco, áspero y agresivo. Ponemos la palanca de cambios en modo "Manual", y salimos con suavidad y obediencia.

El coche en los primeros compases demuestra que viene más o menos preparado para la guerra: Suspensión dura, dirección directa, y frenos de los que nos gustan (con potencia y mordida pero sin la sobreasistencia de los coches de hoy). Vamos poco a poco cogiendo el aire al coche, y de momento son todo bondades, excepto una que nos llama la atención desde que hemos empezado a movernos: El cambio Tiptronic.

El Tiptronic es un cambio automático de toda la vida, pero con un modo manual que te permite subir y bajar marchas desde un par de pulsadores situados en el volante. El uso de esos pulsadores, dicho sea de paso, nos ha resultado mejor y más práctico que el de las levas de la mayoría de los coches modernos, pero eso ya es cuestión de gustos... Lo que no es tan discutible es la velocidad del cambio: Pulsas hoy y cambia mañana. Es obediente, sin duda, y te admite reducciones que muchos cambios automáticos no admiten, incluso retiene cuando reduces a 3ª o 2ª, pero oiga, estamos conduciendo un Porsche 911, no un Mercedes SL500. Se supone que esto es uno de los deportivos más míticos de la historia, que este coche costaba más que un BMW M3 y no puede ser que la caja secuencial sea peor que la SMG que montaba el mencionado coupé... Un desastre sobre el que no queremos hacer más sangre, porque bastante daño ha hecho ya a Porsche que tardaran lo que han tardado en desarrollar un cambio como el PDK, mientras la competencia llevaba casi una década utilizando esta tecnología...

El caso es que el coche cuando vas llaneando ligero por carreteras secundarias, te trata bien. Adelantas con facilidad, se mueve con agilidad pero sin estridencias, y vas disfrutando de un confort aceptable. Incluso el cambio Tiptronic puede parecer que tiene sentido (insisto en lo de "puede parecer") en estas lides. Vamos a meternos en curvas un poco más "al ataquerrr" para ver si el famoso carácter de los 911 se camufla con su tracción integral, o sigue latiendo con fuerza para nosotros.

Efectivamente, si consigues encontrar una curva que se adapte a alguna de las 5 relaciones del cambio tiptronic, y consigues que reduzca a tiempo, te das cuenta de que frenando fuerte la zaga del coche se insinúa, y cuando entras fuerte en la curva notas una muy leve sensación de "flotación", de la que suelen hablar los expertos en estos coches. En nuestro caso, el coche tiene tracción integral, calza unos rodillos estupendos de 295 mm, y sus 320 cv tampoco son demasiados en estas circunstancias, así que el coche no se cruza demasiado en los giros amplios, tal vez sí un poco más en los cerrados. Aquí entendemos que con el cambio manual de 6 velocidades puedes jugar con mucho mayor margen, que el embrague te permite más alegrías si las necesitas realmente, y hasta puedes entrar en 3ª en una curva de ir en 3ª (prometo no volver a hacerlo, ya paro con la broma).

El coche pasa por curva con mucha confianza, más de la que cabe esperar cuando te hablan tanto de que los 911 flotan del morro a la entrada de las curvas. Este Porsche es relativamente moderno, y aunque esa sensación sigue ahí detrás de todo, en realidad aparece muy tímida en el Carrera 4S. Puedes entrar bien fuerte, y acelerar con decisión saliendo de la curva sin encontrar sorpresas. Además sus gomas de 295 detrás permiten hacer casi de todo en cualquier curva (aunque en estos casos insistimos en que las leyes de la física siguen existiendo, ojo).

Con los desarrollos de sus marchas cabría pensar que se trata de un coche más propio de "top speed" que de hacer curvas retorcidas, pero en España eso no termina de funcionar: Cuando coges bastante velocidad la suspensión te hace ir dando botes que mueven el volante con mucha rapidez, y la cosa se pone peligrosa. Digo que en España no funciona porque en otros países donde las autopistas están pavimentadas con un poco de cuidado, seguro que el 996 C4S es capaz de volar a la velocidad que quieras, pero aquí, es realmente complicado.

Lo que va quedando claro es que si queremos ir fuerte por un tramo de curvas, el coche te permite ir bien ligerito, pero la caja de cambios no funciona en absoluto, y necesitas recurrir a un modelo con cambio manual. En cambio, cuando vamos llaneando por carreteras secundarias, sin forzar demasiado y tratando de disfrutar sin sudar la gota gorda, el Porsche es excelente. Va fino, el motor estira con suavidad desde muy abajo, volviéndose más contundente al final (aunque tampoco de forma estridente), y con una conducción agradable y viva.

Y a estas alturas de la prueba te empezarás a desesperar porque no estamos hablando nada claro, y quieres saber una serie de cosas concretas. Así que vamos a por ellas:

¿Corre o no corre? Sí, corre, pero no esperes milagros porque sea un Porsche: Al final un coche con 320 cv (atmosférico), tracción integral y más de 1.500 Kg anda lo que anda, se llame Porsche, Nissan o BMW. Corre, pero no te vas a volver loco ni mucho menos, y tienes que mentalizarte de que si te lo compras, más de una vez va a venir algún coche gordo más barato y te va a poner patas arriba.

¿El coche sirve para ir de tramos? Por poder, puedes ir a hacer curvas y defenderte con decencia gracias a su batalla corta y su tracción integral. Pero en mi opinión no es un coche para ir a fuego.

¿Es un deportivo en condiciones? Si no tenemos en cuenta el cambio Tiptronic y nos centramos en el resto del coche (o elegimos el manual), es un deportivo auténtico, sin duda. Tiene una dirección muy directa y efectiva, una suspensión dura, un chasis bueno y un motor con cierta garra. Los frenos permiten ir bastante pasado sin sobresaltos, y todo está bien puesto en su sitio para que puedas ir rápido. Pero no es un coche radical, no es un coche "racing" (aunque lleve una "S", un kit de carrocería y un sin fin de detalles que quieren hacerte pensar que conduces la máquina definitiva). 

¿Entonces, exactamente qué es? Pues es lo que dice su nombre que es: Un Porsche 911 Carrera 4S. El nombre pocas veces tiene tanto sentido en un coche, mira: 

- Porsche: Porque es un Porsche con todas las letras, con su calidad de fabricación, sus mil detalles y su tradición más o menos respetada.

- 911: Lleva el motor lo más retrasado posible y se nota.

- Carrera 4S: El 4 por su tracción integral (que funciona a las mil maravillas), y la S porque lleva algo más de deportividad que un Carrera normal. Véase más motor, más frenos, más suspensión y más dirección.

Yo lo veo como un coche perfecto para moverse elegantemente a diario, y disfrutar los fines de semana de una escapada, viviendo la conducción como algo entretenido y divertido que tampoco debe tomarse muy en serio. Es un coupé rápido y preciso, agradable de conducir pero sin estridencias ni extremismos. Entretiene pero no apasiona, y se mueve en un balance bastante equilibrado entre todas esas virtudes y defectos que hacen que al final el que tiene el dinero suficiente para comprarlo y (sobre todo)  mantenerlo, encuentre en el 911 C4S la opción perfecta. Si entendemos que el público del Porsche 911 no es ni tan joven ni tan quemado como la mayoría de los presentes, se entiende todo mucho mejor, y hasta te puedes plantear comprar uno, siempre siendo consciente de lo que te traes entre manos...