24 Horas de Guadix. VIERNES.

Hoy comenzamos una mini-serie de 3 artículos sobre nuestras épicas 24 horas de Guadix. Porque nosotros, al igual que cada uno de los demás participantes, tenemos miles de anécdotas, historietas, y sucesos curiosos que contar. Comenzamos la serie describiendo nuestro viernes. Salida desde Madrid hacia Granada, contratiempos, multas, risas, malentendidos, la Guardia Civil intentando salvar al Mercedes de nuestra propia furia contra él, y una cena in-extremis.

Porque cada segundo de este viaje ha sido algo digno de recordar, vamos a tratar de contarlo de una forma detallada pero amena. Además tenemos multitud de fotos que hemos ido recopilando de algunos de esos momentos. Aprovechamos también para desvelar los trucos de este coche, y lo que pensamos que han sido las claves para hacer que este Mercedes CE300 terminara ganando las 24 Horas de Guadix contra la opinión del 99% de la gente relacionada con en el evento antes de que el semáforo se pusiera en verde.

Sobre el coche, antes de nada, explico algo importante: La preparación del Mercedes se encuentra íntegramente descrita en este blog, y no hemos ocultado nada en ese sentido. Pero lógicamente  tampoco podíamos desvelar al 100% lo que nos traíamos entre manos y que lo espiaran todos los equipos desde sus casas. Como no os íbamos a ocultar cosas ni mucho menos a engañar para despistar, lo que hemos hecho es decir lo que hemos hecho al coche, pero no hemos dicho por qué se lo hemos hecho, ni la importancia real que puede tener, y que ha demostrado al final ser la clave de la victoria. Pero vayamos poco a poco...

(Amanecer real del viernes desde mi frutal ventana. Promete mucho, pero sin duda comenzaba un día complicado...)

El viernes a medio día la cosa pintaba nefasta para todos nosotros. Yo no puedo salir del despacho a la hora planeada. A un cliente le surge un tema importante, y retraso todo un par de horas. Seguimos teniendo tiempo de sobra... Montes tenía que recogerme en su coche para irnos a la nave juntos, y coger allí el Mercedes junto al Sr.Coco. Pero me llama para decirme que está pasando la ITV a su Megane, y que tiene graves problemas. Tras una intensa lucha con los de la ITV, consigue salir de allí sin pasar la inspección con éxito, y corre a buscar el coche de un amigo para poder irnos de viaje y dejar el Megane en casa. Llega 2 horas tarde, me apretujo con la maleta, y salimos hacia la nave. Entre unas cosas y otras, ya acumulamos un retraso de 4 horas respecto al plan inicial.

Llegamos allí, recogemos las herramientas, las ruedas, y nos vamos a comer. Tras un frugal almuerzo de dieta mediterránea (McDonalds) y dar el cante con un coche cañí rotulado y lleno de pegatinas, con un set de accesorios de Hello Kitty, salimos con calma hacia Granada, sabiendo que las salidas de Madrid un viernes por la tarde no suelen ser pacíficas...

(Ojo a los detalles, los hemos cuidado mucho.)

Y efectivamente, antes de salir de Madrid, un coche de la benemérita fija sus ojos golosos sobre nuestro Mercedes de gitano, rotulado, con lunas tintadas y con la suspensión bajada... 

Nos paran, nos piden la documentación, y la guantera no quiere abrir. Un poco de forcejeo, abre, y sacamos los papeles (este punto del forcejeo es importante por lo que vendrá al final...). El agente nos explica educadamente que llevamos el coche vaciado, bajado, sin homologar, sin poner la pegatina de la ITV, que seguramente nos pasemos de peso máximo, y que llevamos más de 10 ruedas entre el maletero y el habitáculo, además de todo tipo de herramientas capaces de matar a un hombre. De entre todo eso, nos dice que nos va a denunciar por el tema de la carga en el habitáculo por ser lo más peligroso para nosotros, que no hay pérdida de puntos, y que son 80 euros, pero que nos deja retomar la marcha. Le juramos que no lo volveremos a hacer. Metemos la denuncia en la guantera junto al resto de papeles, y continuamos hacia Granada...

(Yo por FuelWasters me la juego)

A medida que se suceden los kilómetros, la sinfonía de ruidos del coches va cambiando, unos grillos dejan paso a otros, aparece un crujido en la ventanilla del acompañante, y así se hace menos repetitivo el viaje sin música. Además, los del coche de apoyo nos comunican por el móvil que en todos y cada uno de los cambios de rasante vamos rozando el escape y soltando 2 metros de chispas en forma de remolino. Maravilloso... ¡Veremos cuando caiga el sol si somos capaces de ver las chispas por el retrovisor! Entonces, y durante 3 horas, cada vez que escuchábamos rozar el escape y salir chispas, el Sr.Coco y yo gritábamos dentro del Mercedes "¡¡¡Metaaaal!!!"

De camino vamos hablando de todo un poco, y repasando nuestras últimas apariciones en internet. Confirmamos lo que ya veníamos palpando semanas atrás: Nadie da un duro por este coche, y se suceden comentarios sobre el error de elegir este Mercedes, que si nunca será capaz de terminar, que si no lo vamos a poder hacer frenar, que si vamos a gastar más gasolina que todos los demás, que si es un coche lento y torpe... Nosotros no elegimos el coche, el equipo nos encargó que lo preparáramos para correr una prueba de 24 horas en el circuito de Guadix, con poco presupuesto, y con esas premisas nos pusimos a hacer lo que pensábamos que debíamos hacer... Si funciona o no, ya se verá, pero por el momento somos los únicos inscritos en la categoría de "coches grandes"... El coche de serie es torpón, pero el chasis es muy bueno, la suspensión funciona bien para haber costado 200 euros, y los frenos del E400 (w124) son suficientes para detener los escasos 1.200 kg en el trazado de Guadix (sólo hay que leer el dibujo de la pista, con sus largas rectas acabadas en giros cerrados, para ver que las frenadas serán terribles). No parece el coche más efectivo del mundo, pero tampoco pinta tan desastroso como dicen... En fin, ya no sabemos qué pensar sobre todo esto, nosotros estamos seguros de que lo hemos hecho pensando bien cada aspecto, y en su momento parecía todo muy razonable, todo encaja, pero claro, ante tanta crítica, uno ya se plantea cualquier cosa... ¡Al menos vamos a intentar terminar la prueba y disfrutar todo lo posible! (Nota: En la próxima entrada hablaremos sobre el comienzo de la carrera, y explicaremos con más detalle el funcionamiento del coche en pista, resultado de lo que lleva, y por qué)

(Reconocemos que así, a primera vista, el coche no promete ser una máquina ganadora precisamente...)

Paramos en Jaén para recoger a Paco (1207 Productions). Su cara al ver llegar rodando a Thunder Bacon es un poema. Se sube en el Skoda de apoyo, con Montes y Olga. Coge sitio para ver las chispas del Mercedes en todo su esplendor.

Llegamos a la zona de Guadix bien entrada la noche, y empezamos a buscar el hotel donde nos alojaremos. Unos compañeros nos pasan la localización del sitio, y por uno de esos misterios de la técnica, el GPS del móvil nos dice que vayamos a otro sitio, a unos 45 km de nuestro destino real.

A unos 170 km de Murcia, e iluminando nuestro camino con chispas del escape contra el asfalto, decidimos reconocer que estamos perdidos, y nos paramos en una cuneta dejada de la mano de Dios... Y efectivamente, vuelve a aparecer una patrulla de la Guardia Civil.

Vamos a abrir la guantera, y ahora ya no abre. Lo intentamos con la llave, y el mecanismo de la cerradura cede, sonando a rotura total por dentro. Y no abre. Intentamos 78 veces más. Y no abre. Vienen los agentes y... no abre.

"Documentación del vehículo, por favor". Y le demostramos que no conseguimos abrir la guantera.

"Bueno, mire déjelo, acabamos de comprobar la matrícula, y nos dicen que está todo en regla con el seguro, pero que no tiene pasada la ITV desde 2011...". Le explicamos que la ITV se ha pasado recientemente, pero que está el justificante en la guantera, que no abre.

"Además veo que llevan ahí dentro ruedas y un montón de carga que no pueden llevar ahí". Explicamos que por eso mismo ya nos han denunciado unos compañeros suyos hace unas horas. Pero para demostrarlo, la copia de la denuncia la tenemos en... ¿lo adivinas? ¡¡Bien!! ¡¡En la guantera que no abre!!

Mientras todo eso sucede, el Sr.Coco y yo hablábamos con el agente forcejeando con la dichosa guantera (observad el detalle de delicadeza que he tenido al calificarla de "dichosa"). Pero llega un punto en que se acaba nuestra paciencia y perdemos los nervios. El Sr.Coco sale del coche, abre el maletero de un puñetazo, saca una palanca de taller de 1 metro de largo, y vuelve al coche blandiendo semejante burrada de herramienta. Yo le veo llegar con la palanca en la mano y pienso "ya está, los va a matar, y los vamos a tener que enterrar aquí, pobre gente. Luego nos pillarán, y tendré que asistirle en juicio, pero va a ser muy complicado. Entonces nos tendremos que hacer cargo Thor y yo del taller, a ver cómo se nos da...". Pero se lía a forcejear con la guantera palanca en mano, y los dos agentes empiezan a gritar horrorizados: "Por favor no haga eso que va a destrozar el coche", a los que los dos contestábamos cosas como "Me da igual agente, estoy harto, quiero mis papeles y los quiero ya". La guantera se dobla como un chicle ante la fuerza de la herramienta, pero no abre. "Por favor caballero, no es necesario que haga eso, que lo va romper todo! Si tiene la ITV pasada la presenta cuando pueda y se le anula la denuncia", pero yo ya estaba "engorilado" en el fragor de la batalla con la guantera y le dije "mire, me da igual destrozar el coche, es la segunda vez que nos denuncian hoy, y quiero mis papeles YA".

El Sr.Coco sigue empleándose a fondo con la guantera, y haciendo fuerza ya contra el asiento del coche, y justo cuando el Guardia Civil empieza a decir "eso no es manera de abrirla..." el salpicadero se deforma del todo y la tapa de la guantera sale volando. El agente termina la frase diciendo "...Pues sí que era manera, sí..."

Moraleja: Si quieres guardar las joyas de la abuela donde nadie pueda robarlas, mételas en una guantera de Mercedes-Benz, ciérrala con llave, y duerme tranquilo.

Nos dejan marchar sin más incidentes, y nos indican amablemente dónde está el hotel que buscamos. Llegamos a las 00:30 de la madrugada, y en el hotel nadie sabía dónde nos darían de cenar... Pero conseguimos encontrar un sitio, donde nos prepararon los que entonces eran los mejores bocadillos del mundo, con la mejor cerveza del mundo. Y tras aquello, el mejor cigarrito del mundo y a dormir. Nos quedan 6 horas de sueño en la cama antes de comenzar 24 horas de ensueño en la pista.

Continuará.