Grandes Discusiones de la Humanidad

Antes de que las discusiones tópicas y recurrentes del mundo del automovilismo nos coman por los pies, vamos a repasar algunos de esos temas y cuestiones polémicas que suelen alimentar foros, bares, circuitos y blogs de todo el mundo. ¡Así, a la brava!

Porque dedicar una entrada a cada tópico sería algo que nos permitiría entrar más en profundidad, pero también podría resultar una tomadura de pelo, algo tipo "cabrones currad un poco, no llenéis 4 semanas hablando de lo típico que todo el mundo ya ha hablado en alguna ocasión"; creemos que es mejor dejarlo zanjado casi todo de una sentada, y que cada uno saque sus conclusiones, monte sus trifulcas, y defienda a capa y espada sus posiciones. Estamos de acuerdo en que haceros gastar tiempo para leer sobre un tópico de siempre, por mucho que se le quiera dar un enfoque innovador (que no lo suele ser, porque la gente no suele ser original), es tratar de engañaros. Los zanjamos en una entrada, os contamos lo que opinamos sobre ellos, y ya nos podéis linchar a placer! XD

Muchos son temas recurrentes desde que el mundo es mundo, y otros un poco más recientes, pero casi todos ellos han sido objeto de discusión en repetidas ocasiones, de polémicas entre aficionados y/o profesionales, y han generado ríos de tinta tanto en internet como en la prensa escrita. Vamos a ir citando uno a uno, explicar brevemente en qué consiste, cuáles son los argumentos de ambos bandos, y qué pensamos nosotros sobre todo ello.

1.- Los coches deportivos modernos corren mucho pero dan pocas sensaciones: Es más viejo que el mear, y aunque muchos nos creamos el colmo de la modernidad al hablar de ello citando las sofisticadas ayudas electrónicas de los más recientes deportivos, en realidad es una queja que viene produciéndose desde hace muchas décadas.

La idea es la siguiente: En la mayoría de los casos, los coches suelen ir progresando en eficacia dinámica (son más rápidos) a la vez que ponen las cosas más fáciles al conductor, asumen funciones propias del pilotaje en pro de la sencillez, y restan emociones de conducción. Es decir, lejos de ir peleándote con el coche por meterlo en su sitio a buen ritmo, parece que se conducen solos sin complejidad alguna, pero logrando mayor velocidad, más eficacia en las curvas, frenadas más seguras y consiguiendo un control más asequible para todo tipo de conductores.

Lo guay es defender las emociones por encima del cronómetro, eso te hace un poco pureta, y provoca que los demás piensen que eres un rudo conductor que prefiere controlar la acción de cada tornillo del coche cuando conduce antes que renunciar a ello con elementos tan inútiles como un servofreno o un embrague hidráulico (mariconadas, por favor, yo acciono el embrague presionando los discos con las manos. A veces con los dientes también). Además está el componente romántico de que te guste pisar el embrague, meter marchas con las manos, poner una piedra detrás de la rueda trasera cuando aparcas en pendiente, escuchar discos de pizarra en una gramófono y salir al lago a pescar la cena cuando sales de trabajar. Mola decir que hiciste la mili con lanza, a todos nos seduce esa idea!

En el frente contrario está la gente que prefiere el progreso de la tecnología por encima de las emociones de antaño, bien porque aprecia el componente práctico de poder conducir coches rápidos que no requieran el 110% de tu concentración todo el tiempo, y que te permitan hacer cosas que no sólo sean correr, como ir a trabajar un día, viajar a un sitio más allá de 80 km de tu garaje sin producirte una hernia discal, o incluso poder llevar a tu novia un día de paseo sin que te abandone. Aquí se suman los que realmente quieren rápido a toda costa, porque la velocidad importa (speed matters, os suena?), y si es a costa de que medio coche se conduzca sin intervención humana, bienvenido sea.

Nuestra opinión, ya os adelantamos que va a ser la tónica general del resto de cuestiones: Ni tanto ni tan calvo. A todos nos gusta conducir un coche que entrañe cierta dificultad en su manejo, porque nos hace sentirnos útiles en un mundo de hornos que se programan con un pen drive (no es coña) y neveras que te hacen la compra por internet (aquello debe ser la fiesta). Pero eso no justifica que los coches no deban progresar y ser cada vez más fáciles de conducir, más seguros, y más eficaces. Cada cosa tiene su utilidad, y su sitio. Si quieres desplazarte cómodamente y disfrutar de la vida entre semana, cómprate la última modernidad, pero si quieres salir a crujirlo los fines de semana sin importar los cronos, por el puro placer de pelearte con el volante, no dudes en comprar un coche radical con escasez de electrónica. Pero mezclar unas cosas con otras es salirse bastante del tiesto.

Además, lo que pocos tienen en cuenta (especialmente los que se las dan de modernillos), es que esta discusión viene de tan lejos que la mayoría ni habíamos nacido. Me contaban de un artículo en el que probaban un coche americano, el primero en llevar luces en el cuadro de mandos (os imagináis que no era precisamente moderno). El probador decía "a dónde vamos a parar, luces en el cuadro para ver los relojes, dentro de poco harán los coches tan fáciles que los podrán conducir las mujeres". Lejos del comentario machista de una sociedad de hace muchas décadas, hay que quedarse con el hecho de que ya había gente diciendo que los coches modernos tenían comodidades y facilidades innecesarias que uno no comprende, cuando en realidad hablamos de modelos que en el futuro serán recordados por su deportividad y autenticidad de reacciones, y esas quejas de excesiva sofisticación serán la carcajada de la gente ante los modelos que haya en el mercado para entonces. Es ley de vida.

(Si este BMW se hizo para volar, habrá que hacerlo volar...)

2.- Usar los coches para conducirlos o dejarlos para contemplar en un museo: Esto también viene de muy lejos, pero tal vez esté cobrando una importancia creciente a medida que mucha más gente puede acceder a coches clásicos o de cierta relevancia, ya que esto antes era un poco más elitista.

Consiste en que para muchos aficionados los coches están hechos para disfrutarlos conduciendo, y si en la conducción se deterioran, es porque los estás usando correctamente. En cambio otros prefieren mantener sus coches en un estado inmaculado hasta el punto de no poder conducirlos de la manera en la que fueron concebidos, por miedo a que se deteriore.

Por un lado están los que quieren conducir y disfrutar la deportividad de los coches, tal vez llamados quemados por los contrarios, y que aferrados al lema "los coches se hicieron para conducirlos, no para exhibirlos en un museo" están dispuestos a exponerlos a cualquier riesgo propio de la conducción espirituosa, a llevarlos al límite, y por ello arriesgarse a sufrir daños mecánicos de todo tipo. Es gente que compra un coche deportivo para correr con él, y normalmente le importa poco lo que ese modelo simboliza, los mitos, y la madre que lo parió. 

(Los Dukes Of Hazard nos enseñaron cómo se conduce un Charger)

En el lado contrario están los que disfrutan contemplando su coche en un estado inmaculado, y suelen ser fanáticos del detalle, y de conservar los coches como si fueran obras de museo. Generalmente no corren a fondo con sus coches (aunque algunos creen que sí) por miedo a echar a perder ese increíble front lip del morro si recortan una cuneta. Pero no es engañéis, no son siempre tuneros reciclados ni gente que pone el coche bonito descuidando la mecánica... no, hay muchos que invierten fortunas en la mecánica de su coche con piezas aftermarket impresionantes (que suelen estar a la vista, lógicamente) como parte del kit, pero que no por ello van a usar el coche a un mayor nivel de exigencia, sino que siguen siendo piezas de museo pero con mayor valor. Su gozo es la contemplación del coche en un estado sublime, y eso es más importante que hacer el gañán. De hecho, algunos de ellos no es que sean un poco Flanders, sino que preservan su coche-joya del desgaste, y para hacer el animal tienen otro modelo de menor valor con el que no preocuparse de atropellar un mosquito a demasiada velocidad. Y no me neguéis que tiene bastante sentido...

(Contemplar un coche inmaculado en toda su gloria puede ser una gozada)

Nuestra opinión aquí es un poco más parcial: Nos gusta correr, y nos gusta usar los coches para lo que fueron concebidos, y entendemos los coches como un medio para lograr satisfacer nuestra necesidad de velocidad y diversión, y no como un fin en sí mismos de contemplación y fetiche (es decir, vemos los coches como un medio, y no como un fin), y si no nos sirven para lograr lo que queremos, los modificamos de la mejor manera posible para lograrlo. Si eso implica poner un motor más potente a un coche con mucho pedigree pero que no tira una mierda, vendemos su motor y le ponemos algo en condiciones. Y si se rompe un día recortando una cuneta que parecía más llana a simple vista (true story), se arregla, que para eso están los coches. Obviamente no los vamos a romper a lo tonto, y procuramos cuidarlos, que una cosa es recortar una cuneta y otra tirarse a una acequia... No nos gusta tampoco llevar los coches destrozados, nos gusta también contemplarlos y presumir de un buen estado en general, pero eso nunca se va a superponer a nuestra intención de usar el coche para disfrutarlo. Function over form.

Como autocrítica a nuestra tesis, diremos algo que solemos decir a menudo: Los coches son de sus dueños, y pueden hacer con ellos lo que les salga del necle. Si quieres comprarte un Ferrari F40 para dejarlo parado en el salón de tu casa y mirarlo cada día desayunando cereales con muesly, es cosa tuya. Si quieres usar ese mismo F40 para pintarlo de verde pistacho, montarle slicks y salir a tandas a pegarte con todo el mundo, ole tus cojones. Nadie tiene derecho a decirle a otro lo que tiene que hacer con su coche, por mucho que nos pueda doler o pensar que está malgastando una maravilla. 

(Siempre un estado de chapa y pintura impecable el de este E30)

3.- Pintura inmaculada o heridas de guerra: No confundir con el tema anterior porque son discusiones distintas, ojo. Es un tema no muy extendido, pero que suele aparecer de vez en cuando, y muy recientemente ha sido tratado en Pistonheads con relativa superficialidad (la misma que vamos a darle aquí, en realidad...).

El tópico es sencillo. La mayoría de la gente opina que la pintura y la chapa del coche se va deteriorando con el uso, y que en ciertos momentos se lleva a pintar para dejarlo bonito de nuevo. Pero es en ambos extremos donde encontramos la diversión: 

Algunos pintan, pulen, y enceran el coche casi cada día, porque les obsesiona el brillo de la carrocería, el detailing y los productos de limpieza para el automóvil. No quiere decir que tengan miedo a correr por si los mosquitos le decapan la pintura como en el anterior caso, porque mucha gente ama la velocidad y corre de verdad con sus coches, pero luego procuran siempre llevarlos con un grado de perfección y detallismo casi absurdo. ¿Por qué? Porque los coches bien pintados y bien brillantes llaman la atención, y son bonitos.

(Con la historia que hemos vivido con nuestro Merche 300CE, dime que lo llevarías a pintar y dejar como nuevo...)

Sus antagonistas no son necesariamente unos guarros que llevan la chapa del coche arrasada (bueno, alguno sí, vale, yo el primero), suele ser gente con coches sin daños graves, sin abolladuras grandes ni destrozos, pero con pequeños toques, arañazos y desperfectos. Defienden que de esa manera su coche tiene heridas de guerra, y cada desperfecto esconde una historia que contar.

Nosotros aquí sí que estamos un poco por encima de este tema, y somos bastante de la media de usuarios que pinta el coche cuando hay que pintarlo, y que no se complica la cabeza. Es cierto que si tu coche lleva la pintura original, y contiene un par de toques, puede merecer la pena no pintarlo y presumir de pintura original, y de que este golpecito te lo diste de tal forma, porque si lo pintas entero ya no tienes la pintura original, y nadie sabrá si has tapado dos nimiedades o es que el coche estaba arrasado por completo. Pero tampoco es cierto que todos los desperfectos cuenten una historia, porque lo normal no es que siempre estés arañando el coche contra Ferraris trazando en Spa, o que aparcando te dieras contra el coche de Robert de Niro saliendo del festival de Cannes, sino más bien suelen ser toques de puertas que se abren en el Carrefour, un golpe aparcando contra un contenedor, y otras mamonadas que no son dignas de ser contadas por una persona con dignidad y cosas que hacer.

Lo cierto es que cada uno debe valorar si le merece la pena repintar su coche o no. El mío parece un mapa, le han dado patadas (verídico), me lo ha arañado un policía descuidado, le he dado a un contenedor de basura a 4 km/h por mirar a una tía que pasaba, y otras muchas maravillas que me gustaría recordar. Pero entiendo que en otro tipo de coche más de lucir pose es un punto el tener la carrocería inmaculada...

(Ya te digo yo que sí...)

4.- Los coches de tracción delantera son una caca y los trasera son más deportivos: Otro de esos grandes clásicos donde juegan papeles muy importantes el radicalismo, la honestidad, y la pose (o lo que llaman "postureo" los que nunca han sido cool y ahora han oído campanas aunque no saben muy bien dónde). 

Unos defienden que los coches de propulsión (tracción trasera) son los únicos deportivos posibles, y que sus reacciones son las que de verdad distinguen a los niños de los hombres. Es cierto que lo que todo el mundo ha aceptado comúnmente como "concepto tradicional de coche deportivo" es con motor longitudinal delantero (y atmosférico, por cierto), propulsión trasera, y cambio manual. Eso ha sido así siempre a pesar de mil inventos por demostrar lo contrario. Para este tipo de personas el placer de un propulsión está en todas partes, en cada circunstancia se aprecia su carácter, desde la manera de entrar en una curva, de comportarse al reducir marchas, o de acelerar saliendo fuerte. Ya seas de trazar fino como de derrapar hasta la muerte, el reto de pilotar rápido un coche de tracción trasera es algo inimitable, es algo épico, tiene su arte, y es una de las mayores delicias que un aficionado de verdad puede disfrutar.

(No, este Integra DC2 seguro que no es sideral, porque es tracción delantera. Es más deportivo un trasera guarreras de serie con unas suspensiones... XD)

Por contra, están los que quieren correr con su coche sin importar si la tracción viene de delante, de detrás, de arriba, de abajo, o de todas partes a la vez (y a veces de ninguna). Al fin y al cabo los coches de tracción delantera e integral también se pueden cruzar fácilmente si no te andas con cuidado, y su conducción a fondo también implica enormes dosis de diversión y complejidad. Además, cuando llueve, los aficionados a la propulsión suelen esconderse en sus casas, porque cualquier pepinillo delantera o coche 4x4 les pasa por encima y no les pueden toser como en otras ocasiones (depende también de la masa testicular de los conductores, ojo).

Nosotros aquí estamos bastante divididos, si bien no hacemos ascos a nada ni somos talibanes de una u otra posición. Es cierto que nos gusta más conducir un coche propulsión bien puesto, por los mil motivos evidentes que ya conocemos todos, y porque joder, al final nos gusta conducir, y un trasera siempre te da más alegrías e implica algunas dificultades que son propias de quien ama las cosas como eran antaño... Pero ni tanto ni tan calvo. Porque es una verdad como un templo que la mayoría de coches trasera del mercado son un coñazo inmenso, y que para conducir un trasera anodino prefiero un delantera con picante y especias. Un Peugeot 206 GTi es delantera, y un BMW 318ci E46 es trasera... pero ¿con cual te lo vas a pasar mejor? Yo no lo dudaba... Cada cosa tiene su punto, y su explicación, y si bien yo nunca tendría un delantera con enorme potencia y par, tampoco tendría un trasera que fuera un soberano coñazo de conducir (pensad que la mayoría están pensados para subvirar notablemente a la entrada de las curvas y que la gente no se mate tanto).

(Y este Bugatti EB110 tampoco es demasiado impresionante como deportivo, porque es tracción integral... jajajajaja)

En definitiva, es todo una cuestión de sentido común, de gustos personales, y lo más importante: De que cada uno hace lo que quiera con sus coches, que para esos son suyos. Estas discusiones siempre nos han acompañado, siempre las hemos tenido y siempre las tendremos, y mientras sigan vivas, tendremos entretenimiento y conversaciones encendidas en los puntos de reunión.

Por el momento eso es todo. Hay otros temas, sin duda. Ya hablamos hace años de la dicotomía turbo-atmosférico. Se puede hablar de las guerras alemanes-japoneses, de conducir derrapando o conducir trazando fino filipino, y de muchas otras cuestiones, pero lo vamos a dejar para otro momento, por cuestiones de espacio principalmente. Me quedo satisfecho porque os he dado argumentos para pelearos entre vosotros y lanzaros ladrillos los unos a los otros durante un tiempo razonable, y ese era básicamente el motivo de escribir esta entrada... XD