Preparar tu Coche Para Calle (Vol.1)

Todos sabemos que preparar un coche para que corra más y mejor es tan simple como embrutecerlo todo lo que podamos y asemejarlo a un coche de competición, pero cuando proponemos estas soluciones a los que nos preguntan por ello, en el 90% de los casos surge el "ya pero tampoco te pases que yo el coche lo uso bastante por la calle a diario". Así que vamos a enfocar el asunto desde otro punto de vista: Cuando quieres conjugar las emociones fuertes de la deportividad con el uso del coche por la calle para otros menesteres, centrándonos en dónde vale la pena poner el dinero y dónde no.

En realidad, salvo 3 consultas que yo recuerde, de tres personas en concreto, todas las demás veces que me habéis preguntado por cosas que se le pueden hacer al coche para prepararlo y embrutecerlo acaban con un "bueno tampoco quiero tanto porque el coche lo usaré para todo". Por el otro extremo también confluye el mismo problema, cuando alguien te dice "quería algo básico y sencillo porque soy estudiante, uso el coche a diario y quiero gastar poco dinero: Comprar un M3, ponerle dos turbos como dos soles, y con un chip dejarlo en 500 cv fiables" y nada más leer eso se te cae el teléfono de la mano. Además, a este doble problema se suma un tercero, que es cuando ves cómo alguien que está metido en estas lides de preparar un deportivo para utilizarlo por la calle a diario, y te cuenta cómo se ha gastado una fortuna en una pieza que no necesita para nada, y en cambio deja descubiertos los puntos débiles del coche sin meter un duro en mejorarlos. Triple amenaza la que nos atañe, a la que se suma un cuarto problema: El grado de "aceptabilidad" que cada uno tiene sobre lo que se puede considerar radical o no para un coche de calle es tan variable como los gustos de cada uno, y lo que está dispuesto a sacrificar o no... Así que a estas 4 cosas nos enfrentamos hoy.

(Esta guía está dirigida a gente que empieza en esto, y quiere tener un coche deportivo a su gusto y poder utilizarlo para el resto de cosas que la gente suele emplear los coches. Si ya tienes más experiencia y te has liado la manta en la cabeza en dos o tres coches antes, poco te vamos a enseñar con esta entrada, y encontrarás mil salvedades a lo que decimos. Sed buenos, y entended y a quién nos dirigimos y cuál es la labor de este blog... Es imposible acertar al 100% con un espectro tan amplio de gente, de principiantes a profesionales.)

Lo primero que uno debe hacer es tener claro el coche que tiene (me salto la fase "elección del coche", que hemos tratado cientos de veces), y conocerlo un poco. Úsalo mucho y con precaución al principio para ver sus fallos y puntos débiles, o simplemente las cosas que no te gustan de él y quieres modificar. Observa posibles ruiditos, vibraciones, y cosas que puedan no ir bien, y que sólo se detectan con el uso frecuente (cosas que se han pasado por alto revisando el coche al comprarlo, porque en una revisión normal no se aprecian). Cuando estés seguro de que la mecánica del coche no te va a fallar estrepitósamente cuando le pidas lo mejor (cosa de la que nunca vas a estar seguro al 100%), puedes ir exigiéndole más y más, para ver lo que hace el coche al límite, y qué no hace, lo que te gusta, y lo que quisieras que hiciera.

(Esto es un claro ejemplo de lo que NO vamos a recomendar para un coche que usaremos para todo un poco...)

Ahora te metes en internet, y empiezas a buscar por todo tipo de wikipedias y foros (especialmente extranjeros) información sobre tu coche, y muy especialmente fallos comunes, congénitos, degenerativos, o como los quieras llamar. ¿Tu coche tiene esos fallos? ¿Cómo se suelen reparar o evitar? ¿Qué mejoras habituales se suelen hacer en este modelo? ¿Son factibles? Ya tienes primeros pasos a considerar.

Logicamente, siempre decimos que antes de preparar, hay que reparar. En una casa no tiene sentido gastar dinero en cuadros y adornos si tiene unas goteras como los humedales de Doñana... Primero deja toda la mecánica en buena forma, y luego empezamos a mejorar cosas.

Vale, ya tienes el coche controlado, sabes de qué pie cojea, dónde se puede romper, qué hace cuando corres y qué no hace. Ahora te toca decidir lo que quieres hacer con él, y hasta dónde estas dispuesto a llegar en el compromiso practicidad-radicalidad. Vamos a mirar con lupa los costes, y para ello no tiene sentido comprar ahora unas suspensiones roscadas baratas si sabemos que en 6 meses querremos unas mejores (o al revés, gastar dinero en una suspensión que nos va sobrada si una más barata cumple con lo que le pedimos). Y ahora toca ser muy honestos y muy realistas: ¿Cómo de radical queremos que sea nuestro coche? Piensa en los trayectos que sueles hacer con él, el número de veces que lo usas para darte una alegría y el número de veces que lo dedicas a moverte de un punto a otro, piensa en la gente que vas a llevar abordo, en el número de baches y badenes que sueles encontrar a diario, en las rampas de los garajes que frecuentas, y otros accidentes geográficos. ¿Ya lo tienes? Pues vamos a por ello.

(Es imposible molar más. Había pensado que molaría más si el pollopera que conduce no llevara la capucha puesta, pero fijándome mejor en los detalles observo que lleva el techo abierto, y es probable que si llueve se moje la almendra, así que le perdonamos)

Comencemos: Vamos a lo básico que casi todo el mundo necesita mejorar en un coche para que empiece a tener sabor picante. La idea principal es que queremos una suspensión que tenga el compromiso correcto (al criterio de cada uno) entre comodidad-eficacia-control, unos frenos que nos permitan parar el coche en pocos metros en repetidas ocasiones, y unas ruedas acordes con todo ello (y digo que las ruedas son las que deben ir acordes a lo demás, y no que el resto del coche tenga que estar al servicio de las ruedas enormes que has puesto por capricho, ojo). De estas cuatro cosas básicas se van a ir derivando miles de otros elementos periféricos que harán que acabes hipotecando o no tu casa, así que ponte cómodo y disfruta de la crónica adelantada de tu propia ruina personal.

Esto es un camino que nos lleva de lo más sencillo para andar por casa, hasta la locura absurda. Nosotros no recomendamos que uno se vaya al extremo, cada uno decide hasta dónde llegar, pero os mostraremos dónde se empieza y dónde se acaba. Si vas a hacer tal, lo siguiente será esto, y si haces esto acabará siendo necesario hacer aquello, y así sucesivamente. Es decir, no hay que hacerlo todo entero hasta el final, cada coche responde de una forma distinta a una modificación o a otra, unos necesitarán mil cosas, y otros con dos pinceladas se quedarán aceptables...

Si tu coche trae de serie una suspensión que funcione bien en conducción espirituosa, seguramente sea además muy aceptable para usar el coche a diario sin morir de una hernia. Considera aprovecharla, o piensa al menos en sacarle mejor partido si es posible con unos simples muelles, o amortiguadores, o estabilizadoras nada más (Internet es tu amigo), en unos casos funcionará bien, y en otros necesitarás más cambios para que vaya decentemente, cada coche es un mundo. Mucha gente se piensa que por poner una suspensión muy dura el coche va a ir mejor, luego aquello no tracciona ni a tiros cuando salen de una curva, y para colmo, a más de 80 kmh aquello rebota tanto que en carretera no pueden forzar ni un poco, porque se va a la mierda dando botes. Todo tiene un término medio, y elegir correctamente es la clave del éxito:

Hay suspensiones roscadas muy baratas para la mayoría de los coches hoy en día. ¿Compensan? Depende de cuáles y para qué. Hemos comprobado sorprendidos cómo algunas suspensiones de 400 euros resultaban ser una cosa asquerosa en comparación con otras de 180 euros, y cómo una suspensión de gama alta aguantaba los años con muchísima decencia, mientras otras similares no duraban ni dos asaltos sin empezar a fugar por mil sitios. Es decir: La gente que dice que las suspensiones baratas tienen que ser malas necesariamente se equivoca de cabo a rabo, y la que piensa que seguro que no son tan malas y que valen la pena, probablemente también, porque no todo el campo es orégano.

Si quieres hacer el cafre sin que te importe nada, pase lo que pase, te recomiendo que te gastes poco dinero y elijas una suspensión barata y dura. En nuestro caso han dado buen resultado, porque para pasarlo bien son ideales: No traccionan, pero te permite controlar perfectamente el coche cuando se va. Eso sí, no esperes hacer nada digno en una tandas, ni se te ocurra sobrepasar cierta velocidad, porque la capacidad de absorción brilla por su ausencia, y puedes dar un bote que sales volando como te despistes. Con el dinero ahorrado te puedes dedicar a mejorar otros menesteres más necesarios. ¿Que quieres algo mejor que eso? Bueno, pues prepara algo de dinero, porque esto de las suspensiones no es gradual para nada: Entre las baratas que funcionan bien, y las buenas buenas con las que sabemos que acertaremos, hay poca graduación. Tiene sentido pensar que "si las malas cuestan 200 euros y las buenas 1.200, seguro que por 700 hay algo intermedio", pero realmente no funciona así, las que tú buscas intermedias de 700 en realidad deberían andar más por los 400 si atendemos a sus resultados, y las que te gustaría de verdad comprar como término medio, se aproximan tanto en precio a las de 1.200 que hacen que al final quieras ahorrar un poco más y comprar las superiores (que valdrán la pena). Es obvio que no es siempre así sin excepción, que hay miles de marcas y modelos en el mercado, pero a grandes rasgos, y tras haber montado y probado un poco de todo, de lo bueno y de lo malo, resumimos nuestras impresiones con la anterior idea, y acompañamos gráfico ilustrativo:

(Volvemos a insistir en que hay miles de suspensiones disponibles, y habrá excepciones, gangas, y grandes compras recomendadas, pero a grandes rasgos, nuestra experiencia se recoge en la gráfica ut supra)

La solución es ser muy razonable: Pondera la dureza y radicalidad de las suspensiones que necesitas, y busca unas que valgan la pena. Si quieres usar el coche para todo, y necesitas verdaderamente que el coche sea un poco cómodo a diario o viajando, y lógicamente queremos que responda bien cuando vamos a correr, te va a tocar comprar unas suspensiones de renombre casi seguro, porque son las únicas que de verdad están pensadas para trabajar bien de ambas formas, el desarrollo y los test en todo tipo de coches es caro, y serán suspensiones de más de 800 euros casi seguro, pero insisto en que valen la pena si de verdad quieres tenerlo todo. Si en cambio no te importa prescindir de algo de confort o de algo de efectividad en pro de una mayor radicalidad y diversión, unas más baratas te pueden valer la pena y solucionarte la papeleta sobradamente, para poder gastar la diferencia en otras cosas necesarias.

Ok, pero la mayoría de estas suspensiones aftermarket son de dureza regulable! Puedo tenerlo todo! Hmmm sip pero nop. Es cierto que puedes regular la dureza en la mayoría de ellas, pero no es oro todo lo que reluce. En nuestra experiencia hemos encontrado que sólo las suspensiones de calidad tienen una regulación que de verdad funciona entre parámetros aceptables, y responde bien. Las demás, o bien se regulan y apenas notas cambio alguno, o te cambian la dureza haciendo que balancee más o menos en las curvas, pero mantiene la misma sequedad en los rebotes de los baches (es hacer un pan con dos tortas), o nada de nada. Ojito con algunos roscados, normalmente al subir o bajar la altura estás tocando el muelle de una forma un tanto extraña: Si lo bajas se ablanda, y si lo subes se endurece. Suena contradictorio pero es así, al bajarlo se ablanda y balancea más, le subes la altura para ir un poco más civilizado y aquello se endurece a muerte y empieza a rebotar demasiado... Hablamos de coche para usar regularmente por la calle, así que tenlo en cuenta...

Y ya que hablamos de las suspensiones aftermarket cuando preparas un coche que vas a usar con frecuencia, y acaba de surgir este mismo tema espinoso, vamos a tratarlo a continuación: La altura.

(Barak Obama intentó darse un paseo low-rider por el neighbourhood y se quedó empanzado en la salida de la embajada de Dublín, como recoge esta gloriosa foto)

A todos nos gustan los coches bajos, no hay duda de que son más molones los mires por donde los mires (sin llegar a las mamonadas que uno ve a veces por ahí, que son directamente absurdas y pasan por mucho la línea del "vale estás rompiendo tu coche por varios sitios"). Pero es verdad que en estos tiempos que corren, cada vez te entran más ganas de comprar un 4x4 y dedicarte a pasar badenes, baches, parches, rotos, bordillos y otros accidentes geográficos a velocidades que con un turismo ni te planteas (es decir, por encima de 10 kmh). Yo he llevado coches bajados casi siempre, y alguno más bajo de lo normal, y mola muchísimo, sin duda, pero no hace ninguna gracia tener que estar pasando siempre los badenes en diagonal y haciendo una pronunciada "s" para no dejarte las entrañas, empanzarte en la rampa del garaje cada día, o directamente no poder entrar en algunos recintos porque la entrada tiene un desnivel raro y el coche no pasa de ninguna manera. La suspensión neumática no es opción en esta casa, y los coilovers de alto nivel que tienen un sistema que eleva un poco el coche para poder pasar estos obstáculos normalmente quedan fuera del presupuesto de los aquí presentes. Así que piensa bien cuánto quieres y puedes bajar el coche. También, quitando hierro al asunto (nunca mejor dicho), la mayoría de las veces que el coche roza el suelo en algún obstáculo por llevar la suspensión bajada, no produce daños, algunas veces rozará el escape según por dónde le des, que tiene cierta flexibilidad, y la mayoría de veces suele dar en los nervios del chasis. Cuando levantas el coche y te metes debajo puedes ver perfectamente las partes golpeadas porque brillan como un espejo a base de rozarse, valora lo que está pasando, y decide el riesgo que quieres o no asumir.

Además, la altura compromete mucho el comportamiento del coche. Antes, en la época "dorada" del tuning incipiente y las válvulas de descarga que hacían pffffssss, se pensaba que al bajar coche descendías el centro de gravedad y el coche iba más estable necesariamente, sí o sí. Poco tiempo después, gente con algo de criterio pensó que a lo mejor la geometría de la suspensión del coche (brazos, trapecios, o lo que tengas) está pensada para trabajar en un rango de posición concreto, y si bien tiene algo de margen de altura para seguir trabajando bien, lo normal es que al bajarlo bastante empiece a trabajar en una posición que no es la suya. Es como si a ti te pone tu jefe a trabajar en una silla más bajita: Ok, es más estable, pero empiezas a mover menos las piernas, las manos no funcionan en su mejor posición, los brazos están más en alto, y la espalda comienza a sufrir achaques. No estás hecho para trabajar en esa posición, y tu coche tampoco.

(El 190E AMG en su folleto original ya venía rebajado, pero utilizable, sin estridencias, y funcionando como un misil...)

Para solucionarlo, en muchos coches podemos cambiar los brazos de suspensión por otros regulables, que permiten modificaciones para que la suspensión funcione correctamente y en la posición adecuada, aunque se haya bajado la altura 6 cm. Además suelen ser piezas más rígidas y más ligeras que las de serie (si compramos una pieza de calidad), y si queremos redondear la jugada, aprovechamos el desmontaje para poner silentblocks nuevos, reforzados o no, pero nuevos (es típica cosa a la que no damos importancia, que es trabajosa, que se nota poco, pero que tiene su importancia, y que si se terminan de morir pueden producir averías muy serias). Ya te he metido un buen pico de más en el presupuesto con estas dos mejoras, a parte del precio de las suspensiones en sí mismas... ¿Vas a ir a por todo ello o con unos primeros pasos ya te vale para funcionar? Cada uno decide, pero te hemos mostrado un buen trecho del camino, de dónde empieza y hasta dónde suele llevar.

Damos el apartado de suspensiones por zanjado, pues la puesta a punto o setup es harina de otro costal, nos alargaría demasiado, y nos dará para otra entrada futura.

Pasamos por tanto al capítulo de las ruedas:

Normalmente querrás montar al coche unas ruedas distintas, porque o bien las de serie no te satisfacen, o porque el anterior dueño del coche era un hortera redomado que le puso unas aberraciones baratas y feas. Y aquí volvemos al problema del "form vs. function" que acabamos de ver con las suspensiones: Las llantas molonas son grandecitas, anchas, y con ET bajo (más hacia afuera), pero normalmente esto significa peor comportamiento (aunque no siempre es así, depende del coche, de la suspensión y de la rueda principalmente).

Si quieres dejar el coche bonito, es habitual que una llanta más grande, ancha y exterior quede mejor a tu coche, pero valora dos cosas: El precio de los neumáticos cuando te toque cambiar, y las prestaciones/comportamiento que sacrificas poniendo ruedones. ¿Te compensa hacerlo bonito o te importa tres gónadas el aspecto y quieres que vaya como un tiro? Entre un extremo y otro hay mil opciones, así que valora tu elección...

Si hablamos en plata, parece difícil encontrar un coche que traiga la medida de rueda más equilibrada para sus características. Parece que la mitad vienen con unas ruedas de chiste que no sujetan el coche ni a tiros, y la otra mitad calzan tan gordo que matan las sensaciones del coche absolutamente.

Para correr en tandas no te recomendaría unas llantas grandotas ni con ET bajo, porque su tamaño y peso lastran las prestaciones del coche, y al desplazarlas tanto al exterior hacen un poco de "palanca" sobre la suspensión y se comporta de forma más blanda (piensa que si te llevas el punto de apoyo más lejos de la suspensión la accionas como si hicieras una palanca más larga, la fuerza del balanceo aumenta sobre la geometría, y cede con más facilidad en los apoyos). En cambio aquí estamos hablando del uso para calle, y en este escenario igual lo prefieres. No obstante esta cuestión depende enormemente del coche que tengas. En mi viejo Colt se notaba una barbaridad, hasta el punto de que tuve que vender unas llantas preciosas porque hacían que el coche fuera demasiado mal en las curvas por ser muy anchas y con un ET muy bajo, en cambio con el BMW e36 no tengo ese problema, he montado llantas con ET20 bastante anchas y no se nota problema alguno. Eso sí, si vas a desplazar un buen trecho las llantas hacia el exterior de las aletas, ten en cuenta también que ahora tienes que recalcular tus medidas al aparcar, y que no te extrañe si los primeros días rozas tus estupendas llantas nuevas contra 3 ó 4 bordillos. El paso siguiente es aparcar a un metro del bordillo. Finalmente llegas a un consenso y terminas aparcando bien sin machacar las ruedas (en mi caso, veo por el retrovisor cómo la rueda trasera asoma de la aleta, así que observo en vivo y en directo cómo se acerca al bordillo y cómo va pisando las colillas de la cuneta... XD)

(Matadme joder, no quiero verlo más...)

También considera el tamaño de la llanta para no matar las prestaciones. Ni por estética ni por dinámica se recomienda poner llantones de 18" o 19" a un coche que debería calzar 16", o como muchísimo 17", las cosas como son. Puedes ser el más molón del polígono, pero en el fondo de tu corazón sabes que lo estás haciendo mal. De los separadores no hablaré aquí, son capítulo a parte, polémicos como ellos solos, y baste decir que yo no los recomiendo.

Si vas a poner unas llantas más anchas y con ET más bajo, te va a tocar ensanchar las aletas casi seguro (tanto si bajas la suspensión como si no), porque la rueda rozará con la chapa cuando apoyes el peso en una curva, cuando pases un badén, cuando lleves un amigo sentado detrás, cuando cargues dos maletas, etc. A veces te bastará con doblar el labio interior de la aleta hacia adentro, para que ya no roce, y en otros casos te va a tocar ensanchar la propia aleta hacia afuera. Eso depende de cada coche, de cada rueda, y de cada configuración. Pero tenlo en cuenta a la hora de meterte en este jardín...

(Aletas de la muerte)

¿Ruedas más anchas detrás? (en los anuncios de bemeuve que abundan por internet lo llaman "doble medida", para entendernos) En algunos coches se suelen montar ruedas más anchas detrás. Originalmente era porque en coches de tracción trasera o propulsión (antes había coches de tracción de trasera, y la gente los compraba), se montaban gomas más anchas detrás para mejorar la tracción. En la actualidad esto es un putiferio de medidas raras, y hay hasta coches de tracción delantera que montan gomas más anchas detrás, por pura estética. Queda más bonito, pero sinceramente, casi nadie se va a dar cuenta salvo que montes auténticos rodillos detrás, cosa que no suele suceder (a Dios gracias), y te imposibilita el intercambiar las ruedas entre ejes a mitad de vida útil, o para solventar un pinchazo, o mil situaciones que se solucionan cambiando una pareja de ruedas gastadas y manteniendo las buenas un poco más. Si tu coche está pensado para llevar ruedas de doble ancho, adelante con ello. Si no, mi consejo es no hacer experimentos extraños, que uno acaba montando diferentes perfiles, le salen diámetros raros de rueda, aquello empieza a conducirse de una forma rara y a hacer extraños... Y no mola un pelo. Si quieres probar y te sale bien, fenomenal, a muchos amigos nuestros les va de maravilla así, y sus coches van mejor que nunca. Pero tiene sus peligros, y sus inconvenientes...

Con esto ya tenemos lo esencial para cambiar notablemente el comportamiento del coche, teniendo en cuenta que debe funcionar tanto para ir a comprar fruta como para ir de cazafantasmas. Ya tienes material para estrujarte los sesos un rato, mirar y remirar, sacar la calculadora y volver loco a tu mecánico mirando cosas. En la siguiente entrega tendremos que continuar con el resto de elementos del coche: frenos, asientos, volantes, pedales, escapes, diferenciales, y otras lindezas, para que el coche sea disfrutable y eficaz, pero utilizable en la calle sin morir en el intento, como la mayoría nos soléis preguntar ante el acontecimiento de comprar un coche que os ilusione. Stay tuned...

(Editado por Sr.Pera, para aclarar mejor las cosas, ante los malentendidos que se han visto)