Delantera, Trasera...

Hoy nos metemos de lleno en un tema que también dará que hablar, por muchos motivos. ¿Tracción delantera o propulsión trasera? Dos mundos con legiones de seguidores que en ocasiones colisionan y hacen que el mundo explote.

La discusión sobre este tema es un viejo clásico, pero últimamente parece estar más en las conversaciones tras diversos cambios acontecidos en el mundo de los coches que más o menos nos gustan: Nissan saca un prototipo de Le Mans que aparentemente es tracción delantera (aunque tiene truco con el tema de los motores eléctricos...), BMW saca este año su primer coche de tracción delantera, Honda lanza un Civic Type-R (todo un icono de los delanteras eficaces) con turbo por primera vez, y cada vez la apuesta de los fabricantes por coches de tracción delantera sobrevitaminados parece más descarada.

Como vamos a contar cosas buenas y cosas malas de cada uno de estos dos mundos, en ambos hay muchos talibanes, y ya nos conocemos, vamos a empezar por decir que hemos tenido muchos coches, y lo mismo tenemos enormes recuerdos de algunos delanteras como de algunos traseras, igual que echamos pestes de coches que hemos tenido con una configuración o con la otra. Amamos las dos cosas, cada una de una manera, y de forma irreemplazable por su antagonista.

Excluimos aquí con intención a los coches de tracción integral, porque son un mundo a parte. Los hay que se comportan de una forma muy similar a un delantera, y los hay que se asemejan más a un trasera. Es un campo tan extenso que no podemos abarcarlo aquí, ni ahora, y que a buen seguro trataremos más adelante. También es cierto que coches de tracción integral apenas hemos tenido 4 ó 5, y no podemos hablar de ello de una forma tan "en primera persona" como lo haremos sobre estos coches de tracción delantera o propulsión trasera, de los que sí hemos tenido, disfrutado y lamentado muchos más.

(Foto de familia: Tienen en casa un trasera, un delantera y un integral)

Comenzamos presentando a los luchadores:

Tracción delantera: En la época dorada del automovilismo eran minoría, si bien en las últimas décadas se han impuesto y suponen la gran mayoría de los coches que uno puede comprar. Su idea es bien sencilla: Con un motor delantero transversal colocado por delante del eje delantero, y la tracción allí mismo recogida, se abaratan costes de producción, y se ahorra espacio en el habitáculo. Generalmente tienen un reparto de pesos que favorece notablemente la parte frontal. Algunos llevan motor longitudinal delantero (muchos Audi como ejemplo más común), en vez del más habitual transversal. Su gran pecado es el subviraje, pues las ruedas delanteras soportan mucho peso encima, y además de tener que lidiar con la dirección del coche, tienen que luchar por traccionar, haciendo que en la mayoría de los casos se quieran marchar de morro cuando las cosas se ponen feas.

(Honda Integra Type-R de nuestro amigo David, que probamos hace ya unos añitos... Es rápido como pocos!)

Tracción trasera: Antaño eran mayoría, y hoy son una minoría que generalmente se cobija en el segmento de alta gama. Para los puristas y nostálgicos el deportivo más ortodoxo debe llevar motor delantero longitudinal y propulsión trasera (es lo que se suele llamar "configuración clásica"). Salvo excepciones con motor central o trasero (Ferrari, Porsche, MR2, NSX, Alpine...), los demás suelen ser coches con motor delantero longitudinal. Esto se suele traducir en mayor complicación mecánica para enviar la tracción de delante a atrás, y un diseño más trabajado para no perder demasiado espacio en el habitáculo con un motor y una caja de cambios que suelen casi meterse en el espacio de los ocupantes. Por contra, su reparto de pesos suele ser más equilibrado, y el esfuerzo entre las ruedas delanteras (que guían el coche con la dirección y soportan la mayor parte del esfuerzo de frenada) y las traseras (que tienen que traccionar y empujar el coche desde atrás) está mejor repartido. Su pecado es el sobreviraje, reacción opuesta al subviraje de los tracción delantera: Cuando abres gas saliendo de una curva, el eje trasero tiende a derrapar hacia el exterior de la curva, mientras el morro apunta al interior. La destreza del conductor convertirá ese sobreviraje en un aplauso o una carcajada.

("El Putón", que ahora es de color gris, con gesto obsceno del Sr.Coco y burnout que oculte los 3 coches que había detrás aparcados)

Una vez presentados los contendientes, la pregunta más obvia viene por sí sola: ¿Por qué están enfrentados si se supone que cada uno se diseñó para una misión distinta? Pues porque muchos fabricantes comenzaron a radicalizar sus modelos generalistas de tracción delantera, amenazando a los clásicos deportivos de propulsión trasera, y las cosas se empezaron a mezclar. Un día un Mini arrasó a los grandes favoritos en el Rallye de Montecarlo, y la semilla ya estaba plantada. Otro día unos franceses decidieron plantarle un turbo a un Renault 5, y las cunetas se llenaron de ramos de flores (porque como todos sabemos de sobra que, cuando reducías una marcha, el turbo hacía que el coche se lanzara por sí solo, que acelerara por arte de magia, y en algunos casos incluso te moviera el volante hacia una roca para matarte, o te cortaba los frenos justo cuando te acercas a un acantilado. Ya sabes, los bares de antes eran la Wikipedia de ahora.). Y se empezó a poner de moda que los pequeños utilitarios más deportivos de la gama dieran sustos a conocidos deportivos de su época, que eran más caros y más potentes. Y como hacer coches de propulsión trasera es más caro que embrutecer una versión existente de un compacto o utilitario superventas, la moda de los GTI y los Hot-Hatches se ha extendido con enorme éxito.

Por otra parte, los nostálgicos, y los más "die-hard" de este mundillo, defienden que el coche deportivo de verdad debe mover las ruedas traseras, y no las delanteras. Los ingleses lo tienen más fácil, para cambiar el "front wheel drive" por "wrong wheel drive", que suena muy parecido, y es más ilustrativo para insultar al prójimo. Como último bastión tenemos los superdeportivos de alta gama, que por motivos obvios de eficacia no pueden tener tracción delantera, y son todos de tracción trasera o integral. La nueva moda del drift ha ayudado a popularizar el regreso de los deportivos de propulsión, y que la cotización de los traseras decentes suba notablemente.

(Diferente coche, situación similar, mismo gesto)

¿Son realmente más deportivos los traseras? No me preguntes las cosas así porque me quieres pillar. La pregunta famosa es trampa, porque incluye un término tan relativo como es la "deportividad". ¿Hablamos de sensaciones al volante? ¿Hablamos de eficacia? Es cierto que tradicionalmente la deportividad se medía por la proximidad con el mundo de la competición, y en la competición no importan las sensaciones, sólo ser el más rápido... y ¿sabes quien viaja más rápido? El que se coge un vuelo low-cost y hace el trayecto en 40 minutos durmiendo una siesta. ¿Ha tenido sensaciones? No. ¿Ha llegado antes? Sí. ¿Eso es más deportivo? Hmmmmm... Ni se trata de eficacia pura, ni de sensaciones puras. No sé de qué se trata, ni uno ni otro son deportividad si los llevamos al extremo, y probablemente la clave sea una mágica combinación de ambos ingredientes.

(El ex-coche de diario del Sr.Coco)

¿Entonces hablamos de radicalidad? ¿Es más radical un trasera? ¿Es más difícil de conducir? Pues mira, tampoco voy a responder a la pregunta sin salirme por la tangente. Si me das dos coches iguales, uno con tracción delantera y otro con propulsión trasera, cosa que no se va a dar, y me das a elegir, te diré que el trasera es un poco más radical y más difícil de conducir al límite. Pero ese extremo es tan discutible como decirle a un piloto de rallyes si su Peugeot 106 de Grupo N es más fácil de llevar rápido que un trasera más normalito. Hemos tenido coches de los dos lados: Nuestro 325i E36 (conocido como "el Putón") es una perra loca muy difícil de llevar rápido, y que quiere revolverse constantemente. Pero el 106 Rallye con jaula y de todo que tuvimos tampoco era más fácil de llevar, y como te despistases se daba la vuelta de un latigazo y no lo sujetabas. Y nuestros Miatas eran trasera y casi no los podíamos cruzar sin hacer auténticas salvajadas. Y nuestro Colt (Miguelito) podía descolocarse de atrás con facilidad y controlarlo sin sobresaltos... Como veis, hay de las dos cosas en los dos lados.

(Aquello estuvo divertido)

¿Da mejores sensaciones un tracción delantera o un propulsión trasera? Cada uno tiene una manera de percibir las cosas, y para muchos, las sensaciones que le proporcione un tracción delantera que le guste no se pueden superar por ningún trasera... Yo he tenido coches de los dos tipos, y me quedo con las sensaciones del trasera. La mayoría piensan que es porque el trasera derrapa, y no es necesario llegar a ese extremo para notar mil diferencias. Yo disfruto notando la "postura" del coche entrando en las curvas con un trasera, con su reparto de pesos más equilibrado, agradezco mucho más salir de las curvas dando gas y notando cómo el coche abre o cierra la trayectoria a medida que piso o ahueco el gas (y no llega a derrapar aún), y me da la sensación de que cuando voy realmente rápido trabajo el doble que con un delantera más permisivo, y que el mérito de conseguir lo que estoy haciendo es mayor, aunque sólo yo sea consciente. Yo, a día de hoy, me he envenenado con la propulsión trasera y no quiero otro tipo de coches para mi, en mi caso, con mis gustos, y mi estilo. Y sé que los hay mejores, más potentes, más rápidos, más punteros, y más eficaces, pero lejos de valorar si es mejor o peor, simplemente me quedo con "la forma" de hacer las cosas que tiene un trasera, porque me gusta más.

(El coche de tracción delantera más brutal que hemos probado hasta la fecha: Focus RS)

¿Y los nuevos y todopoderosos hot-hatches de tracción delantera? Son coches rapidísimos, capaces de dar sopas con ondas a muchísimos deportivos pata negra de propulsión. Son coches capaces de unos tiempos escandalosos en el famoso circuito de Nürburgring. Tienen potencias que rondan (ya veces hasta superan) los 300 cv, con cifras de par absolutamente salvajes, entregadas a las ruedas delanteras con sofisticados sistemas que maximizan la tracción y combaten el subviraje. Hace décadas que vemos coches de rallye de tracción delantera con potencias enormes rodar a ritmos escandalosos. Y es INDUDABLE que algunos coches de tracción delantera son capaces de correr muchísimo, pero muchísimo, y más que muchos deportivos de alto copete con propulsión trasera. Yo soy un poco pureta con estas cosas, y me rechina todo eso por un mero sentimiento de romanticismo a favor de los coches tradicionales de propulsión, que te hacían pelearte como un jabato con las cruzadas inesperadas y donde enlazar curvas con el gas a fondo se convierte en un acto de fe más que de destreza, pero también reconozco que me he divertido más que nadie, sudando tinta con un Clio Sport que tuve, con mi Colt de sólo 103 cv, con un Saxo VTS ciclado de un amigo en una pista de grava, con el Golf GTi de Rallye Center en su circuito de tierra, y con el 106 Rallye del Sr.Coco sembrando el mal por todas partes y haciendo a veces el trabajo de los cazafantasmas. Porque todo tiene su punto.

(Se trata de un coche ganador de slaloms de asfalto, pero en aquel camino se destapó como una máquina de crear carcajadas y buenos momentos)

Hemos probado coches como Megane RS, Focus RS, y similares, que con motores turbo y enorme rendimiento son capaces de catapultarte a velocidades donde las cosas no te las tomas a broma, y donde te acabas peleando con el volante y sudando lo mismo que con un trasera, aunque de forma diferente, porque todos los coches, queramos o no, a partir de cierto ritmo son peligrosos, reaccionan violentamente, y exigen mucho, aunque unos tengan el límite más alto que otros. Una curva estrecha en cuarta a fondo no es ninguna broma, lleves un Megane RS o un M3. Es justo decir que conducir rápido un potente hot-hatch requiere manos, es complicado, y peligroso, igual que un trasera lo es por otras razones. Y donde el peligro del sobreviraje por power-over de un trasera es una dificultad, el reparto de pesos más traicionero de un delantera lo hace más violento en algunos cambios de apoyo, y también peligroso. Y cuando un delantera se cruza, creo que tiene más difícil solución que un trasera, que con ciertas manos lo puedes llevar a medio gas deslizando y colocarlo de nuevo. Además, muchos pensaron que un autoblocante solucionaría definitivamente el subviraje de los delanteras, y aunque a veces lo hace, y mejora muchísimo la eficacia, lo cierto es que hace su conducción aún más complicada, y sobrepasar su límite es más delicado. No veo más fácil conducir un delantera radical que un trasera del mismo nivel. 

Pero es verdad que los "peligros" de conducir un trasera me suelen hacer sonreír, mientras que los contratiempos de un delantera me hacen decir palabrotas. Bueno, retiro esta última afirmación, porque recuerdo que cuando el Corvette Z06 se nos cruzaba a latigazos cerca de los 200 kmh, os puedo asegurar que sonrisas era lo último que había en nuestras caras... Pero es verdad que adoro los "errores" de mi coche de propulsión trasera, que cuando cambias de apoyo demasiado rápido se cruce, y tú decidas si alargar la jugada con el pedal derecho o por el contrario corregir y volver a la carga en un instante. Que estos días de invierno, y más con las nevadas recientes, pueda llevar el coche de lado a lado toooodo el tiempo a una velocidad inferior a la de un peatón. Que cuando caen cuatro gotas y quieres ir rápido, la situación se ponga peliaguda, y vayas todo el tiempo con el esfínter apretado al máximo, con pequeñas correcciones de volante, sin que nadie imagine la lucha que te traes. Y aunque el "ratoneo" de un delantera peleón, y muchas de sus bondades me puedan seducir (y siempre lo harán), yo no puedo más que decantarme por la cara de tonto que se me queda cuando vengo calentito de conducir un trasera más o menos guerrero. Lo siento.

¿Y vosotros? ¿Sois talibanes de un tipo o de otro? ¿Tenéis el corazón dividido entre los dos? ¡Pronunciaos quemados del mundo!