Breve actualización veraniega

Una disculpa y una razón por la que este blog se está manteniendo en silencio durante unos días. Que nadie se preocupe, tenemos nuestros motivos, y esperamos que pronto vuelva todo a su cauce.

Seré muy breve y directo: El 530d e39 que me compré para los quehaceres diarios y para viajar se me ha roto, dicen que tiene los 6 inyectores destruidos (sí, los 6), y la bomba de alta para rehacer. La broma alcanza un precio astronómico. Esto significa que a mi mujer y a mi nos han jodido las vacaciones, el verano, y la economía durante unos cuantos meses. Estoy usando el 323ti de correr como coche de diario, sin radio, sin aire acondicionado, e incómodo como un demonio.

Durante unos cuantos días no he querido saber nada sobre coches, porque si bien yo estoy dispuesto a comer sopas de sobre por las cosas de los coches, no estoy dispuesto a que mi mujer las coma por estos motivos. Una cosa es mi pasión, y otra cosa es que mi familia lo pase mal por este tipo de juguetes. Y esta situación me cabrea sobremanera. Mención a parte merece la actuación del Sr.Coco, que durante todo este embrollo se está dejando la piel (literalmente) por solucionarme el problema de la forma más barata posible, algo que nunca podré agradecerle lo suficiente.

Intenté quitarme el mal rollo de encima saliendo de tramo con unos amigos que venían de fuera a pasar el día en la capital, y para colmo de males, el 323ti, actualmente mi único coche, empezó a calentarse por culpa del ventilador viscoso, que empieza a dar problemas. 

Mañana me marcho de vacaciones al mar, a una casa que nos dejan muy amablemente, donde no podré gastar un duro en un tinto de verano por pagar la reparación del 530d, y el viaje lo haremos mi mujer y yo en el 323ti, sin aire acondicionado, y con un ojo puesto en la temperatura del agua, rezando para que no se caliente y no acabemos el viaje en grúa.

Con este panorama, como os podéis imaginar, no quiero ni oír hablar de coches. Sólo quiero que se arreglen los dos trastos, pagarlos como pueda (eso aún está por ver), y entonces, probablemente, vuelva a estar de humor. Y si no se arreglan, les doy una patada a los dos, y me compro un coche por renting, normalito y apañado, y que cuando se rompa me lo arreglen en garantía. 

Estoy hasta los huevos. A pesar de ello, os amo cosa bárbara, que nadie lo dude.