Peregrinación por el Desierto.

Ha sido duro, ha sido caro, y ha sido doloroso. Pero ya veo luz al final del túnel. Y es una luz bonita y cálida.

Han sido unos meses en silencio, lejos de los circuitos, y con el 323ti tapado con una lona debajo de un árbol. Cada vez que cogía el E36 veía problemas nuevos en el planteamiento de mi coche, había convertido el trasto en algo que tenía más sentido en un circuito que en la calle, cada vez que pasaba por una calle empedrada formaba un atasco apoteósico en el pueblo donde vivo, mientras se iban saltando grapas, bombillas, y demás parafernalia. Ya sabía que no era un coche para el día a día, pero había pasado de ser un coche 50/50 a ser un coche con bastante menos sentido para mí, y sólo funcionaba realmente bien cuando pasaba el túnel de acceso al Jarama y empezaba a oler a gasolina y goma quemada.

Pero eso ya no me llamaba la atención por una serie de motivos que luego veremos. Ahí estaba el problema. Una afición por correr y disfrutar a título individual, se había convertido en una competición por medirnos los pitos. No pasa nada, siempre hemos sido un poco de medirnos los pitos con esto de los coches, pero cuando hablamos de correr, inevitablemente gana el que tiene más dinero para comprarse un pito más largo. Y aquí nos hemos encontrado en un punto sin retorno, gastando miles y miles de euros en coches de los años 90, y arriesgando en pista para hacer tiempos de coches mucho más modernos y potentes, sin que nos vayan a dar un sugus al final del día.

Te quitabas el casco y la gente te miraba con cara de "pues esperaba más de ti", así que en tu regreso al paddock ves a los demás corredores con una sonrisa de oreja a oreja por haber corrido a su aire, sin presión, disfrutando de cada curva, y les envidias. Porque las tandas y los coches son para disfrutar, y uno no puede tener la sensación de ir a trabajar cada vez que llega al circuito (cuando no es su trabajo, si lo fuera, fenomenal). La afición se te va de las manos.

Y el desastre no termina ahí. Porque lo malo de este problema es que volverse atrás es casi imposible. Cuando has cogido algo de soltura y empiezas a arriesgar más de lo normal, bajar ese nivel supone no sentir sensaciones, no divertirse y da sensación de ir de paseo. Quieres volver a disfrutar como antaño cuando arriesgabas menos, pero ya no puedes, porque ir a ese ritmo ya no te gusta. Es como un león que ha probado la carne humana, y ya no quiere saber nada de la carne de antílope.

Al no poder retroceder al punto anterior, donde sí era feliz corriendo arriesgando menos, sólo me quedaba mirar hacia adelante, y mejorar el ritmo con un coche que me permitiese ir más rápido arriesgando menos, o parecido. Esto nos llevaba de vuelta al problema económico: Si no meto más dinero en el coche, lo vendo y me compro otro más caro, para volver a meterle dinero en prepararlo... hoguera de billetes.

...

En todo este proceso, además, acabé muy harto a nivel personal de mucha gente de este mundillo, salvando honrosas excepciones y gente a la que considero mis mejores amigos (con algunos he tenido más trato o menos trato, no tiene nada que ver, la vida a veces hace difícil verse, sin más). Hay gente que viene con una sonrisa a aprovecharse de ti, a que les promociones su chiringuito por la cara para ellos lucrarse y tú seguir con tus tonterías por amor al arte (porque como todos sabéis, somos una ONG, y servimos para que te aproveches de nuestro trabajo de estos años y te lo apropies, de buen rollo siempre eh), gente que está todo el día siguiendo tus actividades para ver cuando la cagas y echártelo en cara, por no hablar de la gente que te pone a parir cuando no estás, convencidos de que en este mundillo no se acaba sabiendo absolutamente todo lo que se dice, para luego darte un caluroso abrazo cuando te ve. Como comprenderéis, lo último que me apetecía era arrancar el coche y verme las caras con gentuza de este estilo, reirles las gracias, y decirles que sí que sí. Pero volvamos al tema de los coches, que es el que nos interesa (al menos a nosotros):

Harto de todo esto, me puse a buscar opciones. Como me darían un buen dinero por mi E36, el abanico de opciones era amplio. Busqué algún utilitario entretenido para hacer un "back to basics" de libro, incluso pensé en comprar otro Colt 1.6 de serie, como Miguelito (ahora en mejores manos y con un buen hogar), para volver a mis inicios... Pero sabía que si lo hacía me iba a parecer que conducía a cámara lenta, y que no le iba a pillar la gracia. Los Saxos VTS, los Civics MB6, y otros pocket-rockets me apetecían mucho, pero a la hora salir de una curva y apretar a fondo el gas, acostumbrado al músculo del 6 cilindros y su par, cualquiera de estos cochecillos me iba a parecer de juguete. Hice la prueba con uno de un amigo, y sí, te lo pasas muy bien, pero mientras te lo deja tu amigo para usar, no para llevártelo a casa y que ese sea tu coche de disfrutar...

He asumido que de momento necesito un coche que tenga un buen motor, un buen chasis, y que no sea sólo un aparato de circuitos, sino que lo pueda disfrutar por la calle, por la carretera, etc. No puede ser que si vamos varios amigos y el firme está un poco roto, yo no pueda correr con mi coche de correr porque con los baches se me desmonta todo. Al final sólo corres cuando el asfalto es absolutamente perfecto (eso sí, cuando eso sucede, agárrate fuerte...). Así que esto se iba a acabar, el coche que me compre tiene que ir con una buena suspensión, pero utilizable. 

Y lo más importante, tenía que ser un coche que me guste, un coche casposo, y sublime a la vez. Un coche que a mi paso la gente se pregunte qué coño le pasa a ese tío en la cabeza, y a su vez no sea una cosa radical o desmedida... Algo molón, con un punto de drama que siempre está bien en esta sociedad en la que tú y yo somos unos cabrones que queremos acabar con el medio ambiente.

(GP de Holanda, puntuable para el Campeonato Mundial de Medirse los Pitos de 1974)

Estuve mirando un BMW 540i manual (e39), pero me daba miedo que una avería del V8 acabase costando una fortuna que no tuviese. Me puse a mirar los E46 que están muy bien de precio (328i y 330i), pero me di cuenta de que al final me iba a tocar reforzar el subchasis trasero (que suelen rajarse), y que las piezas para e46 salen más caras que las de e36... además de que terminaba por verlo como comprarme algo muy parecido a lo que ya tenía, pero con menos dinero en piezas, por la cara. Busqué Mazda RX-8 ahora que nadie los quiere, probablemente por miedo a su motor rotativo. El tema es que algunos cuestan una millonada y otros tres duros, y no encuentro muy bien el motivo. Una vez más, el motor rotativo me encanta, pero no lo conocemos bien, y nos meteríamos en un jardín en el que no sabría cómo moverme, y lo peor: no saber a qué taller llevarlo, por lo que me sumo al carro de los que no lo compran por miedo.

Pero un día, ya desesperado, vi una berlina en la que nunca había pensado antes. Investigué un poco, y me encontré una sorpresa, porque en la versión correcta lleva muchas piezas específicas mejoradas de origen, y puede ser un buen aparato con el que sembrar el terror sin morir en el intento.

Os dejo a vosotros las quinielas sobre qué coche estoy describiendo:

Es una berlina de 1.400 Kg. Tiene un motor de 6 cilindros en línea 24v, y tracción trasera. Es manual de 5 velocidades. Tiene 2,8 litros de cilindrada, 193 cv, y ronda los 280 Nm de par. Pero no es un BMW... aunque parezca que estoy describiendo al milímetro la ficha técnica de un 328i... En breve os lo enseño, y os cuento la lista de piezas que ya están en camino. No va a ser un coche de tandas, y a la mayoría de vosotros no os va a gustar demasiado, pero sí va a ser un maravilloso coche de correr y disfrutar durante muchos años.