Aclaraciones

Como vemos que se acumulan las preguntas, ruegos y súplicas entre los comentarios y los emails, vamos a hacer una breve entrada de aclaraciones sobre todo ello, para poneros al día de los muchos cambios que ha habido. El taller, los coches, las tandas y nosotros mismos (más una novedad que ando preparando y que a muchos os va a parecer la risión).

Lo de "Vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador" me hizo gracia en 1998. A partir de 1999 ya no, así que no me gusta usar esa expresión, pero sirva aquí para dar pie a la explicación ordenada de distintas cuestiones:

El Taller: Genesis Motorsport ya no tiene actividad, desde hace ya unos meses el Sr.Coco se dedica a trabajar en otros menesteres, relacionados con el mundo de los coches, pero con una vida menos estresante. Había escrito una explicación enorme aquí para explicaros el cambio, pero al final me daba cuenta de que no para de abrir frentes y meterme en jardines de los que es difícil salir airoso, así que cambio esa parrafada por esta explicación que no termina de ir a ninguna parte, y que intenta justificarse en sí misma. Por último, ya sabéis que aquello de "si conviertes tu afición en tu trabajo, no tendrás que trabajar nunca más" es una mentira (y una gilipollez) como un piano, y que más bien "si conviertes tu afición en tu trabajo, no tendrás afición nunca más, porque será tu trabajo", cosa que cambia bastante el panorama.

Miguelito: Hace ya bastante que abandoné el proyecto de Miguelito, el Mitsubishi Colt al que le transplanté un motor Mivec japonés y un montón de cosas más. La cosa funcionó 24h, y comenzó a hacer un ruido raro, así que lo desmonté pieza por pieza, sin dar con el problema, y me rendí. Se lo regalé a mi amigo David (¿qué David? Pues uno), por su cumpleaños. Porque él me introdujo en esta afición, él fue el primero en hacer mejoras y reparaciones a Miguelito, y más de una vez me dijo que si alguna vez me desprendía de él, le avisase el primero. Así que como yo no me atrevía a tirarlo al desguace, le cedí el proyecto a medio acabar, para que hiciese con él lo que quisiera, con todo su derecho sobre ese coche. Quiere buscar tiempo para acabarlo, y cree que ya sabe la solución a ese ruido. Algún día os lo contaré.

Las Tandas: Nos encantan las tandas, como siempre. Lo que pasa es que no tenemos coches para tandas como los teníamos antes. Se trata de un trabajo enorme de organización, de perseguir a la gente para que pague, y de hacer de silent-block que soporta las presiones entre los participantes y los organizadores (y al estar en medio tú te comes cualquier malestar de una parte con la otra, incumplimientos, o lo que surja). Hemos tenido la suerte de contar con Tandas Privadas, tenemos buen trato personal con ellos y nos facilitan mucho las cosas, incluso han puesto ellos la carta para que se la partan cuando hemos tenido algún problema. Así que vamos a intentar seguir adelante con ello, no con la asiduidad de antes, pero sí queremos que de vez en cuando podamos volver a juntarnos y rodar en el Jarama, mientras sea posible, y mientras tengamos oportunidad.

Las Camisetas: Una de las cosas que me deprimía cuando tuvimos el blog abandonado era dejar tirada a la gente que nos había apoyado comprando nuestras camisetas y sudaderas. Era obvio que no queríamos volver a venderlas en esos días, porque sería el colmo de la vergüenza, y un "ya no me gustan los coches pero cómprame estas camisetas tan chulas que tengo aquí". Ahora estamos volviendo a la carga, sin duda, pero todavía no tenemos muy claro el tema de las camisetas. Me encantaría lanzarme a la piscina, y muchos las habéis pedido recientemente, pero yo me esperaría unos días a seguir cogiendo carrerilla.

La Madurez: Hace muy poco me lo dijo uno de vosotros en un comentario: He madurado en algunos aspectos, y el Mercedes es la respuesta a cosas que antes no apreciaba. No digo que ya no me guste correr (tenéis que ver cómo he entrado hoy en Madrid con el Halcón Milenario por Moncloa y el túnel de Cea Bermúdez), pero sí que disfruto más cosas adicionales: La ingeniería más refinada, la calidad de construcción, el diseño de las suspensiones, el tacto del coche en general... Me he aburrido de tener un coche que el 99% del tiempo está fuera de su elemento, porque quería correr en tandas y al final siempre estaba en la calle sufriendo cuando al asfalto le sale un grano. El Mercedes se va a quedar divertido, y efectivo, pero no va a ser radical, ni incómodo (aunque eso es muy relativo). El Mercedes tiene una suspensión "double wishbone" que se agradece una barbaridad cuando conduces in extremis, porque cuando llegas descompuesto a una curva "lanzas" el coche, las ruedas siempre van a ir rectas como corresponde, sin alterar apenas su alineado aunque la suspensión suba o baje, y no hace extraños en los momentos que más necesitas que el chasis dé la cara. Con mi e36 iba más rápido, pero apretando el culo cada vez que el asfalto se arrugaba, porque el coche (especialmente el compact, que lleva un puente trasero especialito) podía responder de muchas formas, y las ruedas llegaban al suelo como les salía de los huevos (recordemos que las traseras abrían y cerraban convergencia si subías o bajabas la suspensión). Todas estas cosas, y otras, ahora las aprecio mucho más.

El reto de comenzar con un coche de otra marca, tan tan distinta a las demás (Mercedes es muy suya para muchas cosas), es lo que necesitaba para volver a empezar, para empaparme de foros otra vez, de buscar información, de darle la brasa al recambista de la Mercedes mirando y pidiendo despieces de partes que necesito, visitando desguaces de nuevo (hacía siglos que no iba a un desguace, porque los desguaces nos traían las piezas al taller si las pedías por teléfono), y tomando esos montados de calamares que sólo tienen en La Torre (para bien o para mal, según el día que tengan).

¿Alguna cosa más? Sí, una cosilla más que no sabéis:

He empezado a escribir un libro. No es un trabajo a jornada completa, voy escribiendo trozos en mis ratos libres. Hablando con unos amigos, y contándoles algunas de nuestras historias, me decían que son historias para un libro, y me daba cuenta de que casi ninguna de ellas las podía publicar en el blog, por temas legales. Así que nada mejor que un libro de ficción en el que contar historias de personajes inventados, y en lugares remotos, para dar salida a tanta épica y lírica. No van a ser historias con nombres y apellidos, sino que estoy creando unos personajes prototípicos que encarnan virtudes y defectos de varios de nosotros, a los que les atribuyo unas historias u otras, sin que ninguno de ellos pueda decir "yo soy este personaje", sino que estén mezclados unos con otros. Además, como profesional de la abogacía, ya me he encargado de comprobar que los hechos relatados están todos prescritos, y que ha pasado el suficiente tiempo de aquello como para poder contarlo sin censura. Es la única manera de poder hablar de persecuciones a mucha velocidad, de coches con agujeros de bala, de desguaces ilegales llenos de coches tapados con lonas, de pistolas en la guantera, de coches con sirena que te abren paso entre el tráfico y de gestorías que te hacen gestiones imposibles si les hablas en el idioma adecuado.

No lo acabaré mañana, ni pasado mañana, pero sí lo estoy tomando poco a poco de forma constante, y ya tengo bien creados los personajes, la situación, sus historias, y un mínimo hilo narrativo que dé continuidad a semejante colección de locuras sin demasiado sentido.

¿Cómo lo distribuiré? Pues aún no lo he decidido porque hoy en día hay miles de formas de editar un libro. Desde sacarlo en PDF y buscarse uno la vida, hasta ponerlo en Amazon, o editarlo en distintas plataformas de autoedición que existen y que algunos ya me habéis facilitado. No pretendo venderlo por un dinero significante (algo simbólico para cubrir el gasto que pueda encontrarme en distribuirlo (hay algunos pasos que llevan alguna comisión de por medio, que tendré que cubrir), y poco más. Y si consigo hacerlo a coste cero, lo pondré gratis.

Todo eso os cuento...

La semana que viene espero daros alguna noticia que se anda cociendo por aquí, y de la que aún no puedo avanzar nada...

Os amo cosa bárbara.